José Luis Cuéllar Garza / La rifa del tigre
| Autor | José Luis Cuéllar Garza |
Hace 10 días iniciaron su gestión los 124 Ayuntamientos que conforman el estado de Jalisco. Cuando se renuevan las expectativas de la ciudadanía llegan malas noticias desde 73 municipios: arcas vacías, deudas ocultas, parque vehicular inútil, equipo obsoleto, instalaciones inadecuadas, personal desmotivado (ver MURAL, sección Comunidad del 8 de enero). Las fotografías publicadas de las celdas de arresto administrativo de la Policía de Tlaquepaque muestran el triste estado de los equipamientos municipales, hablan de la necesidad de seguir buscando formas de mejorar los controles políticos, institucionales y sociales de la actuación gubernamental, y deberían hacernos valorar lo mucho que tenemos en los grandes y más favorecidos municipios, Guadalajara y Zapopan.
Los partidos van y vienen, la alternancia es regla y las cosas no cambian. La misma historia año con año: impotencia gubernamental frente a tantas carencias, recursos cada vez más insuficientes, frustración de la gente, confusión en la ciudadanía. Mucho habrá que hacer para avanzar sin retrocesos. Mientras tanto, hagamos un repaso de algunos temas de la vida metropolitana aparecidos esta semana.
Solución a medias
La Universidad de Guadalajara resolvió cerrar el uso vehicular de la calle Escorza, al oriente del edificio de la Rectoría General para convertirla en calle peatonal. Con ello se ha eliminado el congestionamiento que se presentaba en esa cuadra, donde aparte del paradero en batería era frecuente el estacionamiento en doble y triple fila.
La calle quedó bonita, con sus bancas, jardinería e iluminación más o menos adecuadas. Pero los estacionamientos no fueron sustituidos oportunamente, de modo que las autoridades y visitas distinguidas que frecuentan el edificio están sufriendo lo mismo que muchos ciudadanos padecemos. Lo malo fue que para remediar el daño, se rebanó la banqueta con una bayoneta o remetimiento para permitir el ascenso o descenso rápido de pasajeros. Y para evitar que cualquier persona ocupe el lugar en una prisa, ahora tendremos una serie de conos fosforescentes decorando la fachada del viejo edificio o en su caso, camionetas aguardando a los importantes personajes.
Esto hace pensar en la necesidad de impulsar un programa de estacionamientos a cargo de grandes usuarios. En este caso, por ejemplo, tenemos que en la esquina de al lado, en Vallarta y Díaz de León, viene funcionando un pequeño estacionamiento que luce bastante descuidado y que podría convertirse...
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