José Núñez Castañeda / Orden en el transporte público

AutorJosé Núñez Castañeda

Quienes vivimos en una gran metrópoli padecemos al transporte público por su manera caótica de operar. En Toluca los vemos circular en gran número y sorprendentemente vacíos, ocupando un lugar sin estar prestando servicio a pasajeros. A lo largo del Bulevar Manuel Ávila Camacho, conocido como "Anillo Periférico", desde Atizapán de Zaragoza pasando por Tlalnepantla y Naucalpan, hasta llegar al Distrito Federal, los camiones y las combis circulan en doble y triple fila, cambian continuamente de carril o paran en cualquier lugar para el ascenso y el descenso de quienes utilizan el servicio. Los encargados de acelerar la circulación, lo más que pueden hacer es cerrar las entradas del Periférico y proteger la velocidad en carriles centrales, mientras en la lateral se torna insoportable.

Ese comportamiento caótico incide en el casi permanente congestionamiento de algunas vialidades. La cortesía brilla por su ausencia y esta circunstancia agrava la problemática, disminuye la velocidad de circulación y coloca en situación de riesgo ta pasajeros, peatones y otros vehículos. Sin respeto a "los paraderos" y a "las bahías" construidas ex profeso; deteniendo los camiones a principio de la calle, estorbando la circulación y el paso de peatones o jugando carreras en los pocos espacios posibles, las descripciones del infierno de Dante parecen caricaturas.

Hace años estuve en León, Guanajuato, cuando iniciaban la construcción de carriles confinados en una de las avenidas, destinados a los camiones de servicio público. En aquel entonces mi ignorancia en materia de ingeniería vial me llevó a no entender por qué los carriles confinados eran construidos en los de alta velocidad y que en el...

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