José Núñez Castañeda / El otro voto en blanco

AutorJosé Núñez Castañeda

¿Qué puede hacer un ciudadano con su derecho de voto? ¿Qué puede hacer un legislador cuando ejerce su voto en representación de los ciudadanos? Son dos preguntas que admiten varias respuestas. El ciudadano puede acudir a la casilla electoral y votar por los candidatos de un partido político, ya que en la legislación mexicana no están admitidas las candidaturas independientes; también puede emitir votos diferenciados o no acudir y sumarse al ejército mayoritario de los abstencionistas. Es posible que acuda a votar y emita el sufragio equivocadamente, en cuyo caso su voto es anulado. Otro supuesto es emitir un voto en blanco, como una fórmula consciente de protesta y de rechazo a partidos y candidatos. En otras naciones está aceptado este voto en blanco; la autoridad lo cuenta y da a conocer su resultado, porque también existe alguna consecuencia jurídica.

Votar en blanco no es una novedad y siempre ha existido. Recuerdo los votos emitidos por Cantinflas o cualquier otro personaje real o de historieta. Lo novedoso está en la existencia de una campaña que ha logrado un grado no desprecia- ble de aceptación y ha provocado reacciones más severas que el tradicional abstencionismo. Y es natural este hecho, porque el abstencionismo encierra una apatía ciudadana y el voto en blanco encierra una protesta cívica.

En cuanto al caso de los legisladores, las respuestas son diferentes en relación al voto que emiten en el congreso: pueden no estar presentes en la sesión, de manera deliberada o accidental; presentarse, pero salirse en el momento de la votación; emitir un voto aprobatorio, abstenerse o manifestarse en contra.

En el caso de que el legislador...

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