José Núñez Castañeda / La sombra del abstencionismo

AutorJosé Núñez Castañeda

Vivimos un proceso electoral. Ya concluyó la etapa dedicada a las casi inexistentes precampañas, con poco más de 6 millones de spots en canales de televisión y estaciones radiofónicas. Pronto los partidos habrán de inscribir a sus candidatos e iniciar las campañas para diputados federales y autoridades locales en 11 entidades federativas. La cita en las urnas es el domingo 5 de julio, y en el Estado de México habrá elección de diputados locales y 125 ayuntamientos. Nos esperan poco más de 17 millones de mensajes breves en radio y televisión. ¿Y qué sucederá en la jornada electoral? ¿Habrá abstencionismo? ¿En qué porcentaje?

Democracia no es un concepto claro, ha significado muchas cosas diferentes. Hasta hace poco tiempo, en varios países localizados atrás de la Cortina de Hierro, el vocablo democracia era parte de su nombre, como el caso de la República Democrática Alemana. Férreos dictadores africanos se proclaman como gobernantes democráticos y la historia de América Latina es rica en decenas de maneras de querer entender o caricaturizar la democracia. En el México contemporáneo, la batalla por la democracia fue para lograr la posibilidad de la alternancia en el poder y dejar atrás 70 años de partido hegemónico, iniciada con la fundación del Partido Nacional Revolucionario. En el año 2000 perdió la elección presidencia el partido dominante, lo que unos cuantos años antes parecía un hecho imposible.

Actualmente, en el Estado de México hay una legislatura local en la que ninguno de los partidos cuenta con mayoría: el PRI tiene 21 diputados, el PAN y el PRD tienen 20 cada uno; mientras que hay 7 diputados...

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