José Luis Ornelas / Las buenas costumbres

AutorJosé Luis Ornelas

Dos encierros dos, y apenas una oreja le han cortado a novillos que merecían faenas de jerarquía. Los ganaderos de San Felipe Torres Mochas y Medina Ibarra estarán muy contentos por la lidia que ofrecieron sus astados, pero bastante insatisfechos por el lamentable desperdicio en que se prodigaron los novilleros actuantes. Acaso Juan Luis Silis habrá salido con determinación, pero faltó más, mucho más.

Y a tal grado llegaría la desesperación hasta el tendido de tanto desperdicio, que aquel novillero tlaxcalteca Rafael de Alba se tiró al ruedo a dar un pase por alto con su saco armado por una pequeña sombrilla. Cierto o no, pretexto o causa, como afirma el propio novillero, el joven manifestó en el ruedo lo que todos sentían en el tendido, la frustración de no tener una faena que era obligada, la desesperación de ver tanto novillero sin hambre.

Ya se verá si se le da la oportunidad a este "Pipo", si es capaz de mostrar en el ruedo lo que reclama con justa razón a sus colegas, los que quieren convertirse en toreros.

Y así se terminarán en unas cuantas semanas las novilladas en la Plaza México, y se hablará entonces de la inminente Temporada Grande. Para ese tiempo seguramente la empresa capitalina, tendrá ya sobre el escritorio varios contratos firmados con los toreros que formarán elenco.

Ante esa perspectiva bastará con echar una mirada hacia las plazas españolas para suponer lo que el público mexicano quiere ver en el albero en la Plaza México para una temporada que debe ser relevante, ya...

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