Jorge Volpi / 15 notas sobre cultura y Estado
| Autor | Jorge Volpi |
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Dos modelos rigen la relación entre cultura y Estado en nuestros días: el propio de Estados Unidos (cada vez más extendido) la considera como cualquier otro conjunto de bienes y servicios; el propio de Francia (y algunos otros países) asume su especificidad, la cual debe ser regulada por el Estado para evitar las distorsiones provocadas por el mercado.
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México mantiene la tradición de excepción cultural a la francesa, si bien las presiones estadounidenses (por ejemplo en el cine) han perturbado este modelo. La cultura debe sustraerse de las negociaciones comerciales donde se le equipara con cualquier otro conjunto de bienes y servicios.
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La globalización propicia que la cultura mainstream inunde a las periferias pero no sólo limita, sino que impide, que las periferias realicen intercambios entre sí. Se impone que los Estados periféricos, como el nuestro, creen mecanismos para combatir esta deformación.
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La cultura no es un simple entretenimiento, sino un instrumento de transformación social e individual y merece auspiciarse con impuestos debido a su interés público.
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Si se dejara la cultura sólo al arbitrio del mercado, aquellas expresiones que no resultan rentables correrían el peligro de extinguirse, conduciendo a una estandarización empobrecedora.
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Siempre ha habido manifestaciones culturales que no pueden ser "autosustentables": la poesía, la música contemporánea o las obras más experimentales jamás tendrán un público comprador suficiente para garantizar su existencia.
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El Estado debe intervenir en 4 aspectos esenciales: conservación y difusión del patrimonio (material e inmaterial); estímulos a la creación (en todas las disciplinas); difusión de la creación (tanto de obras y creadores nacionales como extranjeros); educación artística y formación de públicos.
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El Estado debe garantizar la infraestructura para cumplir con estas tareas, así como los nuevos medios tecnológicos para difundir las manifestaciones culturales.
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El Estado debe conservar y difundir el patrimonio cultural material e inmaterial, buscando no caer en estrategias puramente comerciales, fomentando la diversidad (creativa, étnica, ideológica) frente a la homogeneización auspiciada por el mercado global.
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México posee uno de los más amplios y eficaces mecanismos de apoyo a la creación. El enfoque de estos apoyos debe centrarse en apoyar la creación de obras (con particular énfasis de jóvenes), no en el sostenimiento de los creadores, si bien deben...
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