Jorge Suárez-Vélez / Como veo, doy

AutorJorge Suárez-Vélez

El presidente López Obrador me mencionó el jueves entre los editorialistas que escribimos columnas "en contra" de él. Su reclamo me lleva a preguntarme cuál debe ser el papel de la prensa en una sociedad democrática.

A partir de 1946, la Comisión Hutchins trabajó por años en Nueva York y Chicago buscando responder tres preguntas: ¿Qué tipo de sociedad queremos tener? ¿Qué tenemos? ¿Cómo puede contribuir la prensa a alcanzar nuestro objetivo? Después de cientos de entrevistas y decenas de reuniones de gente inteligente, llegaron a la conclusión de que "La sociedad civilizada vive y evoluciona a partir del consumo de ideas... por ello, es vital asegurar que tantas de éstas como sea posible estén al alcance de sus miembros, para que puedan examinarlas". También concluyeron que "Dado que la prensa es el conducto principal por medio del cual la gente entra en contacto con las ideas que necesitan para funcionar como una democracia, la libertad de expresión debe ser protegida... [la prensa debe] ser veraz, incluir puntos de vista distintos, ... representar a grupos diversos". Enfatizaron la importancia de "elevar el nivel profesional del periodismo, y propiciar que diferentes medios se cuestionen entre sí". Incluso subrayó la importancia de proteger el flujo de ideas potencialmente dañinas, porque pueden resultar valiosas.

Las conclusiones de este análisis sí nos vienen "como anillo al dedo". Hagámonos la misma pregunta. ¿Qué tipo de sociedad aspiramos a ser? Cuando vivimos, a todas luces, uno de los momentos más disruptivos en la historia de la humanidad, ¿no es ahora cuando debemos incorporar tantas ideas como nos sea posible al diálogo, incluso aquellas que nos incomoden?

Quizá nunca ha habido un momento en el cual haya tenido menos sentido adoptar posturas obstinadas e intransigentes. Si algo podemos aseverar, sin temor a equivocarnos, es que nuestro entorno ha cambiado en cuestión de meses mucho más allá de lo que jamás creímos posible. ¿No es ahora cuando más debemos sentarnos a evaluar si estamos haciendo las cosas bien, o si hay mejores alternativas?

Matar el intercambio de ideas, descalificando por anticipado a quienes son más propensos a criticarnos, garantiza que los errores que cometamos serán más destructivos pues nadie evitará que los hagamos, ni nos presentará mejores...

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