Jorge Suárez-Vélez / Estamos solos

AutorJorge Suárez-Vélez

No hay muchos países en el mundo tan grandes y distintos como México y Estados Unidos que compartan una larga frontera. Compartimos, además, una historia llena de conflictos, una "vecindad distante". Sin embargo, la accidentada relación bilateral entró en una nueva era a partir de la firma del Tratado de Libre Comercio en 1992. La posibilidad de formar un gran bloque comercial entre un país rico en recursos naturales, otro con una joven población llena de promesa y la economía más grande del mundo presentaba oportunidades mucho más allá del intercambio de mercancías.

Para México, el acuerdo presentaba una valiosa promesa: por primera vez, nos sometíamos a reglas y a árbitros transexenales, se les ofrecía a inversionistas locales y extranjeros certeza, un marco legal claro que les permitiría aprovechar no sólo las ventajas geográficas de nuestro país, sino también su enorme potencial humano. Muchos escépticos jamás pensaron que México pudiera convertirse en la potencia exportadora que es, que nos demostráramos capaces de producir manufacturas con estándares internacionales, y de integrarnos a cadenas de valor con gran exigencia de calidad y entrega a tiempo. Hemos llegado a ser el principal socio comercial de Estados Unidos.

Y es nuestra importancia comercial la que nos hace sucumbir ante un peligroso espejismo: son nuestros vecinos quienes serán el mayor contrapeso para ponerle freno al embate contra la democracia, al inmisericorde ataque contra nuestras incipientes instituciones y al creciente autoritarismo que ha emprendido el gobierno de López Obrador.

La prioridad para la administración de Biden es mantener su ínfima mayoría legislativa -la más pequeña en más de 150 años- en las elecciones de 2022. Ese pequeñísimo margen lo fuerza a extraordinarias concesiones al ala más radical de su partido, acomodando, por ejemplo, un presupuesto de 400 mil millones de dólares para atención a adultos mayores y para promover la sindicalización de trabajadores en todo el país, dentro de su programa de "infraestructura".

Biden sabe que tiene poco tiempo para buscar la aprobación legislativa de la reforma fiscal necesaria para pagar por su ambiciosa agenda. Richard Neal, quien encabeza el poderoso Ways and Means Committee en la Cámara baja, ya diseña la estrategia.

A Biden se le reconoce el éxito del programa de...

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