Jorge Suárez-Vélez / La postverdad amenaza

AutorJorge Suárez-Vélez

La sucesión presidencial en Estados Unidos presenta una posible crisis que no podría ser más inoportuna, y que con certeza trascenderá sus fronteras. La posibilidad de que Donald Trump sea reelecto en 2024 es la amenaza más seria a las democracias occidentales en décadas. Resulta inverosímil que un político que intentó vulnerar el resultado de la elección de 2020 -provocando el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021- encabece hoy las encuestas hacia la elección presidencial que se celebrará dentro de casi exactamente un año.

Nadie ha dañado más a las instituciones estadounidenses que Trump, nadie ha lastimado más la reputación internacional del país más poderoso del mundo, nadie ha empoderado más a tiranos y populistas en otras latitudes. El ex Presidente enfrenta procesos judiciales simultáneos que son de enorme gravedad y trascendencia. Enfrenta un juicio civil en Nueva York en el que ya fue encontrado culpable de fraude -y podrían agregársele seis cargos más- por falsificar estados financieros, exagerando su patrimonio para lograr condiciones de crédito más favorables. Podría ser acreedor a una multa de 250 millones de dólares y se podría prohibir que su empresa vuelva a hacer negocio en el estado de Nueva York.

Pero las acusaciones más graves contra Trump son penales. Tienen que ver con haber incitado a la violencia el 6 de enero, con haber tomado y guardado documentos clasificados como secretos y, particularmente, se le acusa en el estado de Georgia de conspirar para revertir el resultado de la elección, lo cual es un delito grave. A diferencia de los primeros, donde él mismo podría perdonarse de llegar a la Presidencia, no tendría jurisdicción para hacerlo en Georgia. En estricto sentido, podríamos tener un Presidente despachando desde una cárcel en ese estado. Nada impide que un preso sea electo Presidente (aunque, curiosamente, un preso o un ex convicto no pueden votar).

De regresar al poder, Trump querría desmantelar eso que él llama el "Estado profundo" (algo similar a lo que aquí llaman "la mafia del poder"), para ello, propone reemplazar al servicio civil de carrera, cuya lealtad es con la ley y el Estado, por "servidores leales al Presidente" (nuevamente, imposible no hacer el paralelo con nuestra propia pesadilla). Eso...

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