Jorge Suárez-Vélez / Perpetuando la pobreza

AutorJorge Suárez-Vélez

López Obrador anunció un programa de precios de garantía para granos básicos. Confirma su nulo entendimiento sobre cuánto ha evolucionado el mundo desde ese México de los setenta donde permanece atrancado.

Para nadie es noticia que estamos en medio de una Revolución Tecnológica. Pero se entiende poco del alcance de ésta en industrias como la agricultura. Pueden quitarnos el sueño guerras, terrorismo o cambio climático, pero la hambruna será una amenaza contenida por el formidable incremento en la productividad agrícola (superior al crecimiento poblacional). Hoy muere más gente por obesidad que por desnutrición.

Esto es producto de la combinación de fertilizantes más efectivos y baratos, provenientes del notable incremento en la producción de nitrógeno, de probióticos, de las nuevas variedades de granos por fitomejoramiento que han triplicado la producción en algunos casos, de mejor equipo para plantar y cultivar (que requiere de mínima interacción humana), drones, herbicidas más potentes y biodegradables, y de mayor precisión al pronosticar el clima. Por ello, en el sur de Asia la desnutrición de niños de menos de cinco años se redujo a la mitad entre 1990 y 2011, y el porcentaje de ingreso disponible mundial que se gasta en alimentos ha bajado de 25% en 1930 a menos de 10% hoy.

En Estados Unidos, el porcentaje de la población que se dedicaba al campo se redujo de 90% en 1790, a 2.6% en 2000, mientras el rendimiento en la producción de maíz aumentó de 20 bushels por acre en los años 30 a más de 170 hoy. Los productores más tecnificados producen 535, casi 27 veces más que hace 80 años. México es el 7o. productor de maíz del mundo. En 2017 produjimos 55 bushels por acre. Nuestra productividad es entre 10% y 30% de la alcanzada en Estados Unidos.

Ni con tecnología de punta y extensiones cultivables más razonables de las que la ley permite competiríamos. Además de tecnología y bienes de capital de punta, Estados Unidos cuenta con enormes superficies, muchas de ellas irrigadas (en NE, KS y TX), que les permiten producir 45% del maíz mundial y 70% del que se exporta.

¿Por qué producir todo el maíz que consumimos si le podemos comprar al productor más eficiente del mundo? Dada la cercanía geográfica, incluso resulta más barato transportarlo por barco, desde puertos...

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