Jorge Suárez-Vélez / Palos de ciego

AutorJorge Suárez-Vélez

Si AMLO al gobernar pusiera el mismo esmero que ha dedicado a controlar la narrativa en México, ya pareceríamos Alemania.

Ante la creciente crisis, su respuesta no ha sido tener mejores datos para entender la evolución del contagio y fortalecer la provisión de servicios sanitarios, incrementar el número de pruebas para detectar patrones de infección, o desarrollar sistemas de rastreo para contener la pandemia, su estrategia es aumentar la frecuencia de las conferencias de prensa y el ataque a los medios desleales que insisten en reportar lo que ocurre.

Su objetivo no es evitar que el Covid-19 mate a los mexicanos, sino convencernos de que no estamos tan mal como nos pintan.

Una vez más, el problema de López Obrador es que la necia realidad insiste en importunarlo. La ficticia situación que narran las conferencias de prensa cada día se aleja más de lo que ven los ojos.

Pronto, en vez de que los asistentes sean esa rara mezcla de periodistas y paleros, tendrá más sentido que asistan niños a escuchar los cuentos de hadas que, a ritmo pausado, presenta el Presidente. Si no los entretiene, al menos logrará dormirlos.

En un país en el que las actas de defunción se llenan a mano y donde se cree que basta con tomar la temperatura para saber si alguien está contagiado (en un alto porcentaje de los casos quien lo está no tiene fiebre), reabrir la economía será azaroso.

Debimos usar estos meses de encierro para gastar lo que fuese necesario para hacernos de suficientes pruebas para checar constantemente a todo aquel que tendrá contacto con el público, y así tener la capacidad de aislar inmediatamente al contagiado. Debimos desarrollar sistemas para rastrear con quién han estado en contacto los infectados, para evitar contaminación masiva.

En Estados Unidos, Google y Apple, acérrimos rivales, se aliaron para desarrollar un sistema de rastreo aprovechando el uso masivo de teléfonos inteligentes, detectando a quien estuvo, en las últimas dos semanas, a menos de 2 metros de alguien contagiado, enviándoles un mensaje para invitarlos a hacerse pruebas.

Pero otros países -Corea, Taiwán- desarrollaron metodología para rastrear físicamente y llamar por teléfono a quien estuvo en riesgo similar. Desarrollar un sistema así, de paso nos ayudaría a contener actividades delictivas.

Es...

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