Jorge Suárez-Vélez / Un gobierno quebrado

AutorJorge Suárez-Vélez

La reciente entrevista de Carlos Urzúa con El País nos permite asomarnos a un gobierno de López Obrador en el que el dogma se desborda, mientras la destreza se extingue. El ex secretario de Hacienda de la 4T subraya, además, que este gobierno no tiene dinero. Es cierto. Es baja la recaudación fiscal en México y nos habituamos a una renta petrolera que ahora, lejos de sumar, resta. Moody's estima que el "rescate" de Pemex le costará al gobierno dos puntos del PIB cada año; un punto más si contamos las inversiones propuestas. El sueño del tabasqueño, donde la empresa le provee la misma renta que a gobiernos pasados, está 50 años desfasado.

La pandemia aceleró una revolución secular: el petróleo como fuente de energía está en vías de extinción, como los fósiles que lo engendraron. La empresa anglo-holandesa Royal Dutch Shell, la mayor petrolera no estatal del mundo, recientemente anunció que amortizará 22 mil millones de dólares de activos (reservas) por la caída en la demanda de petróleo debido a la pandemia y, particularmente, porque tienen la meta de llegar a cero emisiones en 2050, "para alinearse con el Acuerdo de París". BP, la segunda mayor, amortizará otros 17,500 millones. Las empresas productoras de shale estadounidenses ya amortizaron 38 mil millones más. La consultoría Deloitte predice que podría haber 300 mil millones de amortizaciones este año. El cálculo de la industria petrolera es contundente: muchos combustibles fósiles jamás saldrán del subsuelo, por lo que no es prudente contabilizar su valor potencial. Pero Pemex insiste en desarrollar -¡sin ayuda!- un portafolio de reservas de inferior calidad, sin tecnología para aguas profundas, sin capital y con una estructura laboral rancia e insostenible. ¿Qué podría salir mal?

Urzúa, un funcionario competente, dejó este gobierno ante la renuencia del Presidente a escuchar a los expertos. Mientras Rocío Nahle -epítome de ignorancia e incompetencia- y Manuel Bartlett -del dogmatismo jurásico- le dicen al todopoderoso lo que quiere oír, otros como Herrera, Ebrard o Esquivel optan por un mutismo inmoral porque, a diferencia de los primeros, ellos sí entienden la gravedad de lo que viene y callan por conveniencia.

La popularidad de López Obrador continuará en...

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