Jorge Ramos Ávalos / Para leer antes de votar

AutorJorge Ramos Ávalos

Las elecciones no las gana, necesariamente, la persona mejor preparada para gobernar un país. Las gana, nos guste o no, el mejor candidato. Es decir, quien utilizó más eficientemente sus recursos para conseguir más votos. Punto.

No tenemos ninguna garantía de que el ganador de las elecciones de este domingo será un buen Presidente. Vicente Fox, por ejemplo, fue mucho mejor candidato que Presidente. Como candidato, Fox unió al país contra 71 años de autoritarismo, fraude, asesinatos y corrupción del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Pero como Presidente dividió al país y desaprovechó una oportunidad histórica de cambiar el sistema político.

En 2006, Felipe Calderón entró a Los Pinos prometiendo ser "el Presidente del empleo" y terminó convertido en el Presidente de los 60 mil muertos. En su campaña electoral escondió el elemento -la guerra contra los narcos- que terminaría por definir su Presidencia.

Esta vez tampoco sabemos qué tipo de Presidente nos va a tocar. El voto es un acto de fe; uno confía en que lo prometido por el candidato se convertirá en realidad como Presidente. Pero la verdad es que eso pocas veces ocurre.

Escogemos Presidente más por una afinidad personal que por un análisis cuidadoso de cada una de sus propuestas. Votamos, muchas veces, por el candidato que más se parezca a nosotros y a nuestras ideas. Y confiamos que, una vez elegido, nuestra vida mejore si a él o a ella le va bien en la Presidencia.

¿Por quién voto? Tuve la suerte, como periodista, de entrevistar a los cuatro candidatos y preguntarles lo que más me preocupaba. A Enrique Peña Nieto del PRI le pregunté sobre las decenas de millones de dólares que se gastó del presupuesto del Estado de México para promover su imagen y candidatura. De Andrés Manuel López Obrador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) quería saber si podía ser un candidato moderno y pelear la elección del 2012, no la del 2006.

A Josefina Vázquez Mota del Partido Acción Nacional (PAN) le pedí varias veces que me explicara por qué no se atrevió durante la campaña a romper con el presidente Calderón si, de verdad, no quería ser "más de lo mismo". Y a Gabriel Quadri del Panal le pregunté si él era el candidato de la antidemocrática líder vitalicia del sindicato de maestros, Elba Esther Gordillo; lo raro es que se molestó con mi pregunta y me aseguró que no aunque todos sabemos que sí lo es.

Yo ya voté, por correo, desde Miami. Lo increíble es que apenas 59 mil mexicanos se...

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