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Jorge Narro Monroy / Discriminación

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Vincent
AutorJorge Narro Monroy

Un homosexual o una lesbiana tienen derecho a serlo, siempre y cuando no lo muestren. ¿Por qué? Homosexuales o lesbianas pueden tener relaciones amorosas, siempre y cuando no impliquen genitalidad. ¿Por qué? Homosexuales y lesbianas pueden vivir juntos y juntas, siempre y cuando no haya ningún vínculo legal que los y las una. ¿Por qué? Homosexuales y lesbianas pueden formalizar su unión mediante un contrato civil que les garantice el reconocimiento de derechos, pero no pueden adoptar hijos. ¿Por qué? ¿Por qué tantas limitaciones? Como éstas, que van de más a menos... pero no terminan.

Porque la homosexualidad no es natural, dicen unos. Porque es pecado, sostienen otros. Porque es una enfermedad, afirman aquéllos.

Aunque en muchos casos el rechazo de la homosexualidad no es fruto de razones sino de creencias y sentimientos, nunca sobra argumentar ofreciendo razones. Enuncio tres, y someramente dado el espacio del que dispongo.

La homosexualidad no es antinatural. Es parte de la naturaleza. Y no sólo porque los "gays" y las lesbianas no sean marcianos, sino porque es un hecho bastante más ordinario -tanto entre los humanos como entre los animales- de lo que suponemos (o queremos admitir). Infinidad de encuestas lo reportan (por ejemplo una realizada en 2008 en Brasil, que revela que 10.8% de los hombres y 5.1% de las mujeres aseguraron sentir atracción por el mismo sexo https://homofobiabasta.wordpress.com). Pero también lo muestran muchísimos estudios científicos... "Biological Exuberance", célebre trabajo publicado por el biólogo canadiense Bruce Bagemihl, recogió "(los casos de) decenas de especies que (...) se aparean con animales de su mismo sexo" (ABC.es, Madrid, 17 de febrero de 2015). Y lo reconoce -con mucho tiento- Antonio Pardo, de la Universidad de Navarra (que pertenece al Opus Dei): "(La conducta entre los animales no es) exclusivamente heterosexual. De hecho, se ha observado que la conducta sexual animal, al menos en los mamíferos más evolucionados, es muy abigarrada: además del complejo control fisiológico de la reproducción (especialmente hormonal), en la conducta sexual animal intervienen factores conductuales...

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