Jorge Herralde: El último de los Mohicanos
| Autor | Leonardo Tarifeño |
En el mundo editorial hispanoamericano, su voz es una de las más escuchadas. Y esa voz sentencia que a megagrupos como Vivendi Universal o AOL-Time Warner casi no les interesa el mercado del libro, lo que explicaría los resultados catastróficos de sus divisiones editoriales. "En esos grupos no hay una cultura de editores", afirma, "ellos sólo observan los balances y las cuentas de resultados e inversiones. Los directivos intentan que los números cuadren con grandes fichajes o anticipos que a la larga no se cubren ni remotamente, y así llegamos a los agujerotes de sus pinchazos".
Con casi 35 años como editor independiente (experiencia que recoge en el libro Opiniones mohicanas), Herralde mantiene un gusto y una autonomía que destaca por el equilibrio entre el ojo comercial y el rigor literario. En 1969 fundó Anagrama y, desde entonces, ha sido un testigo privilegiado de los vaivenes de la literatura contemporánea, incluidos el boom latinoamericano en los '70, el surgimiento del dream team británico (Martin Amis, Kazuo Ishiguro, Ian McEwan, Julian Barnes) y la ficción angloindia de los '90 (Arundhati Roy, Vikram Seth, Amitav Ghosh, Shauna Singh Baldwin), entre otros fenómenos.
Editor de Raymond Carver, Vladimir Nabokov, Charles Bukowski, Patricia Highsmith y Paul Auster, Herralde ha sabido sobrevivir a tiempos industriales dominados por los grandes consorcios trasnacionales y las megafusiones. Como él mismo afirma, la publicación independiente en Hispanoamérica es una especie en extinción, con sus correspondientes efectos en el rumbo cultural y el interés del público. Además, esta década ha consolidado la hiperproducción editorial como una forma de copar el espacio en las librerías, un callejón sin salida que parece priorizar la cantidad de novedades por sobre la calidad.
"Hoy, un editor joven se enfrenta a más problemas que cuando yo empecé en 1969", apunta; "nunca es fácil, pero da la impresión de que los obstáculos de aquellos años no eran tan poderosos".
Los grandes grupos editoriales producen una altísima cantidad de títulos mensuales para ocupar el mayor espacio posible en las librerías. En esa carrera, ¿cuál es la alternativa de las editoriales independientes?
Una alternativa es un catálogo fuerte, pero de todas maneras hay que aclarar que esto participa del "síndrome de la huida hacia adelante". Es decir, los grandes grupos publican toda clase de cosas para desplazar a la competencia y luego ven si esos títulos funcionan. Lo que pasa es que esto a veces tiene resultados catastróficos. Oteando el panorama internacional, hemos visto cómo grandes grupos editoriales se han hundido porque, llevados por esta dinámica de "huida hacia delante", han pagado anticipos absolutamente desmesurados, han hecho tirajes absolutamente desmesurados, y el...
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