Jorge Gamboa de Buen / H2O (agua)

AutorJorge Gamboa de Buen

El agua y el aire son los dos compuestos químicos (oxígeno - hidrógeno y oxígeno - nitrógeno) más importantes para los seres humanos. Ambos son abundantes en la naturaleza. El agua cubre el 70 por ciento de la superficie del planeta y conforma entre el 50 y el 70 por ciento del cuerpo humano. También está presente en el subsuelo y en la atmósfera.

Desde el espacio la tierra es "el planeta azul". Un planeta de agua él único conocido hasta ahora que alberga formas superiores de vida. Además los mares y ríos navegables permitieron a los grupos humanos primitivos expandirse por el planeta facilitando el comercio y el crecimiento demográfico y económico.

Al agua la necesitamos para la agricultura, la pesca, la industria y el consumo humano. Su ciclo de corrientes marinas, lluvias, monzones y huracanes conforma la mecánica atmosférica y oceánica más activa del planeta que por siglos ha sido incomprendida, es difícil de prever e imposible de controlar.

Hoy el mundo enfrenta una verdadera paradoja, ya que sufrimos una severa escasez del elemento más abundante. El cambio climático no hará sino incrementar la problemática a nivel global, regional y urbano al provocar extensas sequías en buena parte del planeta con lo que lagos, ríos y presas han disminuido sus caudales.

La situación comienza a ser crítica y de no tomarse medidas inteligentes, consistentes y en ocasiones drásticas la situación no hará sino empeorar y, como siempre, afectará más a los pobres.

El tema es sumamente complejo. Su análisis está lleno de lugares comunes, contradicciones e intereses económicos y políticos.

A pesar de su abundancia, la mayor parte del agua -el 97 por ciento- es salada, lo cual no impide su utilización para la agricultura o el consumo humano pero su potabilización es costosa y consume mucha energía. Del tres por ciento restante, que es agua dulce, el 70 por ciento es difícilmente utilizable, pues está congelada en glaciares y nieve.

El agua dulce está en los lagos, ríos, mantos subterráneos y en la lluvia. No está distribuida homogéneamente en el territorio. A México, por ejemplo, le sobra agua dulce en el sur y le falta en el centro y, sobre todo, en el norte.

También existe competencia entre los usos del agua dulce en la agricultura, la industria y el consumo humano. Por si ello fuera poco los ríos, lagos y a veces los mantos subterráneos no reconocen fronteras. Son comunes las disputas entre pueblos, cuencas y países por el agua.

Son conocidos los conflictos...

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