Jorge Alcocer V. / ¿Qué dice el Cofipe?
| Autor | Jorge Alcocer V. |
La propaganda colocada por el PAN en carteleras y otros medios, de la que dio cuenta este diario el pasado jueves, ha desatado una nueva polémica en torno a la interpretación y aplicación de las normas que en materia de propaganda contiene el nuevo Cofipe. La polémica inicia desde la cabeza de la citada nota, publicada en primera plana de Reforma: "¿Y el Cofipe?"; además se afirmó: "En total desacato de lo estipulado por la ley electoral, el Partido Acción Nacional presume como suyos los programas sociales del gobierno federal para iniciar su campaña rumbo a las elecciones de 2009".
Lo primero es establecer si la propaganda del PAN, o la que cualquier otro partido realice, tomando como motivo los programas, obras y acciones de los gobernantes surgidos de sus filas, es violatoria de alguna norma jurídica, y por tanto ilegal.
Veamos lo que establece el Cofipe: "En la propaganda política o electoral que realicen los partidos políticos, las coaliciones y los candidatos, deberán abstenerse de expresiones que denigren a las instituciones y a los propios partidos, o que calumnien a las personas" (Art. 233.2). En ese mismo artículo, en el párrafo 1, se establece que la propaganda y mensajes de precampaña y campaña "se ajustarán a lo dispuesto por el primer párrafo del artículo 6º de la Constitución".
Ese texto de la Constitución establece que "La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, los derechos de tercero, provoque algún delito, o perturbe el orden público".
La propaganda motivo de la polémica no cae en ninguno de los supuestos legales o constitucionales antes citados. Es evidente que no denigra ni calumnia, muchos menos es un ataque a la moral, no viola derechos de terceros, no provoca algún delito ni perturba el orden público.
Tampoco le resultan aplicables las obligaciones establecidas en el artículo 134 constitucional, pues aquellas están referidas a servidores públicos y a la propaganda gubernamental, sin que hasta la fecha el Congreso de la Unión haya emitido la regulación secundaria que haga posible su plena vigencia.
Se trata entonces, si nos atenemos a las normas legales, de una falsa polémica. El PAN no viola el Cofipe, ni alguna otra ley, con esa propaganda, la que además no se ubica en los supuestos de precampaña o campaña, sino en el ejercicio de la libertad del partido blanquiazul de difundir sus ideas, propuestas y logros -reales o...
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