Jorge Alcocer V. / Los que votan

AutorJorge Alcocer V.

Una de las prendas de orgullo del otrora IFE, recuperada por el INE, es su eficacia para instalar las casillas el día de la jornada electoral. Cada tres años, de 1991 a 2015, la tarea fue cumplida con grados de excelencia que ya son insuperables, pues hace tres años se instaló el 100 por ciento. Aunque el tema no es grato en los pasillos del INE, esa eficacia se alcanzó gracias a un gasto cada vez mayor, que ahora se vuelve a disparar, por obra y gracia del diseño de la llamada casilla única y por los excesos que son pan de cada día en el ejercicio presupuestal de la autoridad electoral.

El INE es muy bueno para instalar casillas, sin embargo, la capacitación que brinda a los ciudadanos que se desempeñan como funcionarios en las mismas es deficiente, como lo prueba el elevadísimo porcentaje de actas con errores de algún tipo en su llenado; cabe apuntar que esos errores no afectan, en la mayoría de los casos, la veracidad del resultado, pero complican de manera terrible el escrutinio y cómputo en cada casilla. Es de señalar que por la capacitación de funcionarios de casilla, este año el índice nacional de empleo tendrá un pequeño brinco, estamos hablando de más de 50 mil empleados temporales, que se suman a los casi 24 mil permanentes que tiene el INE. Y sigue creciendo.

Donde tanto su antecesor (IFE) como el INE están en falta es en su relación con los que votan, para los que la autoridad electoral es el acrónimo con el que denominan la credencial con la que se identifican ante terceros. Esa relación cotidiana del INE con la inmensa mayoría de los mayores de 18 años no ha dado lugar a políticas dirigidas a crear, difundir y extender valores democráticos, aprecio por la democracia, respeto por la ley, cultura cívica o simplemente eso que en mi generación se llamaba civismo.

Reitero mi opinión de que nuestra democracia es de baja calidad, entre otras razones porque tenemos una ciudadanía de baja calidad, en el sentido de ausencia de educación cívica y aprecio por el respeto y cumplimiento de la ley. Es cierto que culpar al IFE/INE de esa triste condición es un exceso, pero también es cierto que en la parte que le toca, la autoridad electoral ha...

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