Jorge Alcocer V. / Tercer debate

AutorJorge Alcocer V.

Algunos amigos, ingenuos o malévolos, me preguntan qué recomendaría a los candidatos presidenciales para el tercer debate que hoy tendrá lugar en Mérida, a partir de las 9 de la noche. La verdad, la única recomendación que se me ocurre, para José Antonio Meade y Ricardo Anaya, es que acudan a la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) y demanden a sus publicistas y estrategas de mensaje por la mala calidad del servicio que les han prestado. Sé que con eso no ganarán el tercer debate, ni menos aún las elecciones, pero quizá les sirva de consuelo ahorrar un dinero.

Mal estamos, en lo que a los debates se refiere, cuando la atención del público ha estado puesta en lo que en el INE discuten y deciden sobre formatos, conductores, preguntas, preguntones y ahora hasta la vestimenta que deberán usar los cuatro candidatos, a quienes se pide no usar guayabera, sino saco y corbata, debido a que el productor dice que el color blanco no hace juego con la iluminación del foro. Para tranquilizar a los preocupados por la temperatura en Mérida, el consejero del INE Benito Nacif ha estado en varios noticieros de radio para explicar que la sala del museo que se usará para el debate tiene aire acondicionado. Menos mal.

Poco cabe esperar del encuentro de hoy, salvo la novedad de ver a los candidatos presidenciales sentados en torno a una mesa, compartiendo espacio con los 3 conductores; siete a la mesa no es el mejor augurio para un encuentro con diálogos interesantes, aunque a nadie deberá sorprender que Ricardo Anaya, que anda como desperate candidate (candidato desesperado), reitere su feroz diatriba contra el presidente Enrique Peña Nieto, acusándolo del supuesto complot ¡para beneficiar a López Obrador! La verdad es que, como dice el tabasqueño, eso parece un culebrón.

En la coyuntura de estos días, con Donald Trump fuera de sus cabales, lanzando contra el premier canadiense, Justin Trudeau, epítetos peores que los de Anaya contra Peña, la oportunidad de hacer la diferencia y mostrar que a su paso por tres Secretarías de Estado, con dos gobiernos de diferente signo partidista, algo aprendió, es para José Antonio Meade, quien, dicen, es el que mejor puede explicarnos qué hacer en el nada remoto caso...

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