Jorge Alcocer V. / Lo que parece, es

AutorJorge Alcocer V.

Por donde se le vea, el resultado del trabajo legislativo en torno al paquete de ingresos para 2010 es, por decirlo suavemente, un muégano que a nadie dejó satisfecho. Dicen que en temas tributarios el dilema no siempre está entre lo deseable y lo posible, sino a veces entre lo malo y lo peor, pero los diputados del PAN y del PRI se afanaron en optar por lo segundo.

Una mala negociación, empujada por un Presidente desesperado, no sólo ha conducido al peor paquete impositivo en lustros, sino también a la confrontación entre las dos cámaras del Congreso y al interior de los dos grupos parlamentarios de mayor peso numérico y más alta responsabilidad.

Entre romper con la ortodoxia que ha hundido a la economía mexicana y las finanzas públicas o romper con el Senado, Felipe Calderón optó por lo segundo. Lo ha hecho al propiciar una negociación excluyente, en la que logró embarcar a la coordinación del PRI en la Cámara de Diputados, a la dirigente nacional de ese mismo partido y a un reducido grupo de sus gobernadores, encabezado por Enrique Peña Nieto, quienes vieron la oportunidad de tomar ventaja en la carrera hacia el 2012.

La impericia negociadora de Josefina Vázquez Mota y su burbuja, a la que se añade su incapacidad explicativa, tuvo que ser suplida por el titubeante secretario de Hacienda, pero sobre todo por el Presidente, que terminó tronando en contra de los críticos de sus propuestas, especialmente la cúpula empresarial. La denuncia presidencial en contra de las grandes empresas, beneficiarias de las leyes que ni Calderón ni los diputados quisieron cambiar, deja un saldo de amargura y desconfianza. Que López Obrador despotrique en contra de los empresarios, se entiende; pero que el Presidente lo haga, con el mismo tono y tonada, abre una distancia que se antoja imposible cerrar en lo que queda del sexenio.

Que de la negociación original fueron excluidos los coordinadores parlamentarios del Senado, es un hecho reconocido por varios e importantes senadores del PRI y del PAN. Si lo que el Ejecutivo buscaba era abrir una ruta alterna de negociación con el Congreso, que no pasara por las oficinas del PRI en Torre Caballito, ni por la Torre Azul, se...

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