Joel Gastelum / También es sequía

AutorJoel Gastelum

Lo primero que voy a decir se puede leer como que quiero caer en la parálisis por análisis, pero no es así. De hecho, buscaré expresar lo contrario.

Esta es la idea: las crisis, como la del agua que enfrentamos actualmente en Nuevo León, resultan generalmente de la acumulación y convergencia de varios factores. Por eso son tan difíciles de resolver, porque no basta con que una persona o institución resuelva un problema en particular para volver a la normalidad.

Debido a esa complejidad, nadie tiene una versión completa de lo que sucedió y, conforme se agrava la crisis, vemos repartición de acusaciones. El Gobierno actual acusa al anterior; algunos ciudadanos se acusan entre sí y otros voltean a ver a las grandes empresas. Las redes sociales rebosan de condenas para los que piensan que un grupo es más culpable que otro.

Esto no está tan mal, porque de la discusión y del señalamiento de quienes alguna evidencia identifica como responsables, se generan presiones que pueden llevar a soluciones.

Ninguno de nosotros está libre de pecados ambientales, pero nuestras propias faltas no deben hacernos callar cuando vemos que alguien abusa en el uso de un recurso natural o degrada seriamente el medio ambiente.

La crisis hídrica de nuestro Estado sí tiene responsables más directos, por omisión, abuso, corrupción, avaricia, y otros "pecados" más básicos. No obstante, una crisis como esta responde a factores que se mueven a diferentes velocidades: unas causas son más inmediatas y están más a la vista y otras son más lentas, pero están ahí y son potentes.

Es natural y obligatorio que nuestra atención se enfoque en las causas más próximas, pero no debemos olvidar las de largo plazo. Puede ser difícil detenerse a hablar seguido de esto en los medios, porque la agenda de temas se mueve muy rápido. Por fortuna, las secciones editoriales nos dan una oportunidad para conectar los puntos.

Y existe una conexión demostrada entre el cambio climático ocasionado por el ser humano y el incremento en los riesgos relacionados con la sequía.

En un planeta cada vez más caliente, observamos alteraciones de los patrones de precipitación, que se vuelven más impredecibles. Como la evaporación es más rápida, el suelo se seca más. Sistemas de alta...

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