Jesús Silva-Herzog Márquez/ Partos de Estado

AutorJesús Silva-Herzog Márquez

El Partido Acción Nacional, que durante décadas luchó contra el partido de Estado, inaugura su poder imponiendo partos de Estado. La advertencia vino hace un año de Baja California. Una muchacha violada, a quien conocimos como Paulina, fue obligada por el gobierno panista a ser madre en contra de su voluntad. La ley del estado le otorgaba el derecho de interrumpir su embarazo, pero las autoridades sanitarias se dedicaron a amenazarla, negándole la operación que solicitaba. Tenía catorce años. El poder público la obligó a dar a luz. Hace unos días, en el estado de Guanajuato, los diputados panistas decidieron reformar su Código Penal para dar sustento jurídico a ese atropello. De acuerdo con las nuevas reglas de ese estado, una mujer violada que decida terminar su embarazo merece la cárcel. Los panistas decretan que el Estado debe obligar a las mujeres a parir. Partos de Estado.

La cuestión del aborto es un asunto éticamente complejo que no admite simplificaciones. En una entrega próxima trataré de desarrollar las razones que, a mi juicio, hacen debida su despenalización. Ahora me concentro en lo que este golpe de la derecha guanajuatense ha exhibido de la política nacional. En primer lugar, este episodio muestra que el viaje del PAN al centro ideológico del país no ha terminado. No quiero repetir la caricatura que tanto se ha repetido en estos días del PAN como el partido del oscurantismo. El PAN es un partido de derecha que ha caminado hacia el centro. Es, como todo partido, una alianza de diversos grupos, tradiciones, objetivos. Hay, como lo muestran los diputados guanajuatenses, panistas ubicados en la más profunda de las derechas. Franjas importantes del panismo que coinciden con el moralismo conservador y autoritario de la Iglesia y con la intolerancia de grupos como Provida y se comportan como los gendarmes de su prédica. En varios lugares, el PAN se ha comportado como el brazo político de la Iglesia Católica.

Pero el episodio ha ayudado también a mostrar que en Acción Nacional hay posiciones razonantes sobre el problema del aborto y otros temas, que buscan modernizar y centrar su ideario y su práctica. No han sido pocos los grupos que han saltado en protesta de ese atropello nacido en Guanajuato. Son grupos que se han indignado con la mojigatería de esos panistas que se lanzan a cerrar los teatros, las exposiciones, los bares que consideran inmorales. En estos sectores que están dando la batalla contra el puritanismo panista está la...

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