Jesús Silva-Herzog Márquez / De comillas

AutorJesús Silva-Herzog Márquez

Las comillas son comas que pierden el piso. No son pausas sino advertencias. Rizos que anticipan una mudanza. La palabra cambia de fuente. El autor avisa que cede la palabra a otro. Las comillas son así marcos de respeto, de reverencia, incluso. La cita suele ser una forma de treparse en el pensamiento de otro para fundamentar una idea. Las comillas sirven así para rendir homenaje, para pedir auxilio o, incluso, como una forma presuntuosa de "cultura". Pero las comillas pueden ser usadas también de otro modo, como la seña de ironía que acabo de emplear. La palabra no cambia de autor sino de intención. Las comillas ayudan a cambiar de tono. Lo que en la voz se denota con la modulación cáustica de una palabra, en la escritura adquiere simplemente comillas. Para referirnos a un pillo, decimos el "honestísimo" empresario. Las comillas advierten al lector que el sentido real de la expresión es contrario a su significado literal. Las comillas dejan de ser medallas de la admiración para ser instrumentos de la burla. Colocar comillas a un sustantivo o a un calificativo es desbaratar su significado usando la palabra para ridiculizar sus pretensiones. Las comillas envuelven caricaturas.

México encuentra hoy una oposición cuya estrategia fundamental es armarse de comillas. No es una oposición. Se trata, según ellos, de nuestro "verdadero" "gobierno". Al parecer no se percata del daño que se inflige al colocarse voluntariamente las comillas del escarnio. Un equipo de futbol se declara la "auténtica" Selección mexicana. El entrenador y sus jugadores carecen del reconocimiento de la federación. Sin embargo, aseguran que representan nuestro futbol profundo. El equipo no es invitado a los torneos internacionales, no tiene uniforme, no es reconocido por nadie más que por los propios "seleccionados". Aparece en ocasiones en una cancha jugando solo. Orgullosamente solo. Sus familiares y porristas gritan que ésa es la "verdadera" Selección mexicana; que la que juega en el Mundial es un equipo falso. Las aventuras de la Selección "auténtica" serían divertidas, porque nadie tomaría en serio sus empeños. Desde el momento en que se coloca entre comillas, se descalifica. Ha dejado de ser un equipo digno de ser considerado en sus términos, a ser un grupo de lunáticos: los loquitos que dicen ser la Selección mexicana.

En lugar del digno sitio de la crítica, de una oposición democráticamente constructiva, la oposición lópezobradorista ha optado por conquistar un...

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