Jesús Silva-Herzog Márquez/ La marcha y la 'nueva nación'

AutorJesús Silva-Herzog Márquez

El recorrido de los zapatistas desde las selvas de Chiapas hasta el centro político del país, ha sido acompañado por un murmullo de adulación y fingimiento. Por un lado, los fanáticos del zapatismo se deshacen en loas al inspirado líder de la Causa, citan con veneración los ingenios literarios del bienvestido subcomandante y babean con cualquier ocurrencia suya. La Jornada acumula crónicas sobre el mismo evento, el mismo discurso, el mismo acto, como en un torneo de alabanzas a la primavera. ¿Quién encontrará el calificativo justo para el infinito júbilo de la Sociedad Civil frente a la llegada del subcomandante? ¿Cómo hacer justicia a los ojos de Marcos, la hondura de su mirada, el delicado humo de su pipa, la modestia infinita de sus gestos? ¿Qué cronista será capaz de capturar el entusiasmo rebelde de una esperanza? ¿Cómo retratar esas miradas en que el sueño abraza la memoria? ¿Habrá pluma que sea capaz de beber de la dignidad rebelde? Lo cierto es que es necesario establecer un premio como reconocimiento al más inspirado adulador del subcomandante. Del otro lado, acompañan la procesión zapatista una desfile de hipocresías. El gobierno federal, los más diversos actores políticos (a excepción, ciertamente de algunos trogloditas del PAN), grupos empresariales pretenden ocultan sus diferencias y se disfrazan con trajes zapatistas. Queremos lo mismo que los zapatistas, dicen. Todos buscamos, como los marchistas, la paz en Chiapas y el desarrollo de los pueblos indígenas. Vicente Fox ha contribuido a este rumor soso que acompaña a los zapatistas, con su lenguaje y sus iniciativas. Bajo la idea hueca de que todos queremos la paz, ha habido la intención de no cuestionar ni una palabra de los rebeldes.

Celebro que no se combata a los zapatistas; lamento que no se polemice con ellos. No tiene caso seguir acompañando la marcha con este desfile de babas y caretas. Habrá que debatir el significado de la marcha, pero sobre todo, el significado del discurso zapatista. Para Luis Villoro la marcha es el ceremonioso parto de una nueva nación. Recojo los argumentos del filósofo publicados en La Jornada del pasado 27 de febrero porque son una de las pocas muestras de reflexión inteligente desde la simpatía con la causa zapatista. Más allá de los argumentos de este gran pensador, descubro zalamería, sentimentalismo, cursilería. Aquí hay razón que desafía. Como se verá, no estoy de acuerdo con los argumentos que esgrime Villoro al saludar la marcha...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR