Jesucristo: De la agonía a la gloria

Los pies unidos por los clavos, un torso expuesto y herido por llagas, los brazos extendidos, en el rostro la sangre que cae entre facciones hermosas, pero dolientes, resignadas o firmes, y la frente coronada, no por oro, sino por espinas.

La imagen o representación de Jesús en la cruz, para la fe cristiana, apela, sin duda, por su doloroso tormento, a sentimientos de tierna compasión.

¿Cual ha sido la intención a lo largo de la historia de emplear una iconografía basada en el episodio de la crucifixión, tan encarnecido y violento, en una fe que tiene como fundamento teológico la resurrección y la promesa de una vida después de la muerte?

Hoy, que se recuerda en el cristianismo el triunfo de Jesús sobre la muerte en el Domingo de Resurrección, expertos laicos y eclesiales reflexionan en torno a la imagen de Jesucristo en su pasión y muerte y su resurrección y esperanza.

Su origen histórico

De acuerdo con el sacerdote católico Jorge Rodríguez Moya, director del Secretariado de la Pastoral Litúrgica de la Arquidiócesis de Monterrey, la imagen del Cristo crucificado aparece en la Iglesia católica con más arraigo después del Concilio de Trento, a mitad del siglo 16, al cual se convocó para trazar una doctrina católica definida como respuesta a la Reforma Protestante.

"Una disputa que se tenía con (Martín) Lutero era si la misa era un auténtico sacrificio o un banquete memorial. La Iglesia decretó que ambas, y puso como disciplina que el sacerdote durante la eucaristía tuviera de frente un crucifijo para recordar que también era el sacrificio de Cristo en la cruz", expresa.

También, las imágenes violentas y dramáticas de Cristo en la cruz formaban parte de un proyecto de evangelización en la época colonial, señala Rodríguez Moya, y que actualmente el cine y otras formas de arte han perpetuado.

"Nuestros Cristos en la cruz no son como el de Mel Gibson en 'La Pasión de Cristo'. Los hubo en tiempos coloniales para enseñar a los indígenas sobre lo mucho que había sufrido, pero actualmente la mayoría de las iglesias tienen un Cristo más limpio, atlético y de facciones muy bellas", expresa Rodríguez Moya.

Identificación con el dolor humano

Si bien para el sociólogo español y catedrático de la UDEM Javier García Justicia la imagen de Cristo crucificado no es negativa si se ve a la luz de la Resurrección, factores culturales han hecho que se le dé más peso a lo doloroso y al sufrimiento que al triunfo de la vida eterna.

"Le hemos dado excesiva...

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