Jorge Ramos / Jenni y el abismo cultural

AutorJorge Ramos

No nos entienden. Tratan. Pero todavía no nos entienden. La muerte de la cantante mexicano-americana Jenni Rivera refleja el enorme abismo cultural que separa a los latinos del resto de los habitantes de Estados Unidos. Son como dos mundos paralelos.

Mientras los medios de comunicación en español cubrían obsesivamente (y con récords de audiencia) cada detalle de la muerte de este ídolo de la música de banda o grupera -qué cenó la última vez, cuántos años tenía el Learjet en que viajó, por qué el escenario del concierto en Monterrey tenía forma de cruz, si presintió su muerte al dejar grabada una canción de despedida...-, los canales de televisión y la prensa en inglés fueron tomadas por sorpresa. Para muchos de ellos la primera pregunta fue: ¿y quién es Jenni Rivera?

Con más de 15 millones de discos vendidos, Jenni Rivera nunca debió ser una desconocida para los periodistas de espectáculos en inglés. Es cierto que los títulos de algunos de sus 16 CDs eran prácticamente intraducibles en el mundo anglosajón -"Se las Voy a Dar a Otro" o "Parrandera, Rebelde y Atrevida". Pero fue una artista exitosísima, al menos para los que vivimos en español.

En estos últimos días ha salido a relucir la poca cobertura que recibió Jenni en vida de los grandes medios y periódicos estadounidenses. Casi todos son culpables de omisión. Es decir, para ellos Jenni no existía (de la misma manera en que no existen millones de hispanos). No nos ven. Pero lo más curioso es que ella nació en Long Beach, California. "Playa larga", le decía. No era un problema de idioma; Jenni hablaba perfectamente el inglés.

Después del shock inicial, casi todos los medios en inglés cubrieron brevemente la muerte de Jenni (buscando comparaciones equivocadas en Dolly Parton y hasta en Taylor Swift). Su música norteña difícilmente era equivalente al country. Minutos después, aún sin entender el fenómeno, dejaron a Jenni en paz y regresaron a cubrir su abismo fiscal, la guerra en Siria y el retiro de la candidatura de la Embajadora Susan Rice como Secretaria de Estado.

Nunca comprendieron que, independientemente de su música, ella se dio a conocer por ser una mujer muy luchona, que nunca se dejó del machismo y que denunció en todo momento la violencia doméstica de que fue víctima. No extraña, por lo tanto, que muchas mujeres latinas la vieran como un ejemplo a seguir. En la última entrevista que tuve con ella, en el 2010, salió a defender a los inmigrantes indocumentados como si fuera su...

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