Javier Livas / Reclamo a 100 días

AutorJavier Livas

Los primeros 100 días de una administración se han establecido como el reflejo del ADN que la integra.

Se supone que son suficientes para detectar un estilo, un rumbo, una filosofía. Hay algo que hace "click" y funciona, o hace "crack" y truena. El Gobierno acaba de pasar esa marca.

Ante ello, es preciso dar una opinión centrada al respecto. Tratar de expresar un sentir popular que recoja los puntos buenos y los malos.

He dicho antes que el triunfo de "El Bronco" como independiente es algo para la historia. Eso ya pasó, ya no cuenta.

Si el Gobierno independiente no muestra su utilidad práctica, o si repite los errores de sus antecesores, entonces el experimento resulta fallido y hasta decepcionante. No estamos para aumentar la frustración de encontrar otra puerta cerrada como sucedió con Vicente Fox.

Es en este contexto de calidad y permanencia de los cambios en que se debe juzgar el nuevo Gobierno y 100 días son valiosos para detectar si la esperanza subió, bajó o qué pasó.

Al llegar sin un Congreso, ha sido imposible obtener del nuevo Gobierno un paquete de cambios estructurales. Eso nos deja atados a los esfuerzos individuales: actos casi heroicos, soluciones del montón o pifias que se reparan tan pronto se reconocen. Por último, están las fallas que se cuelan, producto de puntos ciegos.

Lo más loable es el compromiso visible y cotidiano con la transparencia. Escuché decir a "El Bronco" que el chip de 30 años lo había tirado y reemplazado por uno nuevo.

Supongo que ese chip contiene un algoritmo adverso a tirar dinero en publicidad. Eso no ha evitado que la maquinaria de Palacio siga con algunas actividades rutinarias igualmente inútiles, simplemente porque hay leyes que las ordenan, como planes a 15 años que son un anacronismo.

Hay también casos de titubeos, que sí, que no, que sí. Tenencia, Metro, y otros que preocupan porque delatan una falta de rigor analítico.

Son tropiezos reparables, pero cuestan mucha imagen, innecesariamente. Puntos ciegos, por ejemplo: ¡mercadear un tequila!

Para no caer en el palerismo, prefiero remitir al lector a los videos críticos del Congreso Nacional Ciudadano (CNC).

Los "leones ciudadanos" tienen la actitud correcta, aunque quizá...

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