Javier Livas / Autoridad contra conocimiento

AutorJavier Livas

La noticia que nos llegó de Jalisco sobre los avances en transparencia el pasado miércoles ha caído en oídos sordos. Las autoridades estatales y municipales hacen como que no se dan cuenta de la importancia que tiene que el Gobierno abra sus puertas a la curiosidad ciudadana.

Mi diagnóstico de por qué los Alcaldes o el Gobernador no se dan por aludidos tiene que ver con una combinación muy desafortunada de ignorancia y autoritarismo.

La ignorancia se deduce porque obviamente la transparencia tiene muy poca prioridad. No se preocupan por hacer todo lo que esté en sus manos para abrir con singular alegría las cuentas de gastos, las inversiones, los pagos a proveedores y, en fin, hacer público cada cheque que salga de la Tesorería.

La explicación autoritaria tiene otro origen. Los gobernantes se sienten dueños de la información generada por el Gobierno. No entregan información porque ellos creen que son los jefes de todos y no servidores públicos.

La mezcla de autoridad e ignorancia funciona en forma muy diferente. No necesariamente el gobernante está actuando de manera prepotente. Simplemente las inercias lo rebasan.

No toman la iniciativa para abrir la información o pelearse con los funcionarios para obligarlos a abrir las puertas y ventanas de la Administración porque no saben qué hacer. No saben exactamente qué les toca hacer y cómo deben proceder.

En esta tercera hipótesis, la autoridad se siente incapaz de actuar porque como no sabe qué hacer, tampoco quiere preguntar para no desgastar su autoridad. Siendo así, las autoridades hacen lo imposible por no demostrar su ignorancia, porque ello sería terrible, y luego no mostrar ni su debilidad, porque ello sería peor aún.

Para ilustrar, hay tres historias donde se entrelazan la ignorancia y el autoritarismo. En los tres casos, si los experimentos hubieran continuado, el presente sería muy distinto de lo que ahora tenemos.

En el primer ejemplo, el 11 de septiembre de 1973, el golpe que derribó a Salvador Allende también acabó con el proyecto Cybersyn, que tenía como propósito crear una red nerviosa al Gobierno de Allende para hacerlo más efectivo. En este proyecto intervino el profesor Stafford Beer como experto en cibernética de la Administración. Otro personaje involucrado en el proyecto que 20 años después ya gozaba de fama y prestigio fue Fernando Flores, actual presidente del Consejo Nacional de Innovación para la Competitividad...

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