Javier Hurtado / Narcotráfico, democracia y Estado
| Autor | Javier Hurtado |
Inseguridad, secuestros, narcoterrorismo; corrupción e impunidad en los sistemas de administración y procuración de justicia; infiltración de los delincuentes en los cuerpos policíacos; penetración del narco en la política y en las instituciones gubernamentales; y debilidad del Estado en un contexto de división política y partidaria son las principales características del México de nuestros días. Este cuadro, de ninguna manera constituye exageración alguna. Los últimos acontecimientos así nos lo demuestran:
Tan sólo en la semana del 23 al 29 de agosto, 167 personas fueron ejecutadas en el País (21 de ellas siendo decapitadas, incluidos los 12 de Yucatán, el 26 de agosto); es decir, casi una víctima por hora transcurrida. El 12 de septiembre, 24 personas más fueron ejecutadas con tiro de gracia en La Marquesa, Estado de México. Ocho muertos fue el saldo de los atentados en Morelia, registrados la noche del 15 de septiembre; y 21 más fue el saldo del motín de reos en el Penal de La Mesa, en Tijuana.
En todos estos hechos, si algo se hace evidente es la presencia del narcotráfico y la incapacidad del Estado para brindar seguridad a sus habitantes.
Desde hace al menos 10 años el narcotráfico pasó a constituirse en un problema cada vez más grave y creciente para el Estado mexicano. En un principio se le combatió por atentar contra la salud de la población y por el reto que representaba para la seguridad del Estado. Después, el problema fue la impunidad de que gozaba, a partir de la compra de autoridades de las fuerzas de seguridad o policiacas. Ahora, el punto es el desafío abierto que realiza a las fuerzas armadas, la contratación de desertores de las mismas; la penetración que ha adquirido en la actividad político-electoral y en las estructuras gubernamentales, así como los atentados que realiza contra la población civil para presionar a las autoridades de los tres órdenes de Gobierno.
El pasado día 17 -en la conmemoración del 69 aniversario del Partido Acción Nacional- el Presidente Felipe Calderón reconoció que la delincuencia organizada tiene "una cobertura de carácter político" que hace posible su operación. Seguramente el Ejecutivo federal sabe que -de acuerdo a datos del experto Edgardo Buscaglia- el 63 por ciento de las más de 2 mil 800 Alcaldías están infiltradas, y de éstas un 8 por ciento "están totalmente bajo control del narcotráfico" (Proceso, 21/09/08).
Más aún, el presidente nacional del PRD reveló que en 2007 en algunos...
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