Javier Hurtado / Antes de que sea demasiado tarde
| Autor | Javier Hurtado |
Tres son los ámbitos en que pueden valorarse las consecuencias más importantes de la movilización popular efectuada en el DF y varias ciudades más del País el domingo pasado:
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El de la justicia y la seguridad: éste es el campo que mayores discusiones ha merecido. Aquí, falta tanto modificar leyes e instituciones como también hacer que la legislación en vigor se cumpla, se depuren y profesionalicen los cuerpos policiacos y se mejoren y fortalezcan los órganos encargados de administrar justicia.
Lamentablemente, la atención se ha centrado más en lo primero que en lo segundo. Es la corrupción de policías y jueces la que ha traído como consecuencia los escandalosos niveles de impunidad de que disfrutan los delincuentes. Nada ganaremos como sociedad creando muy buenas leyes e instituciones, si las prácticas y la formación de las personas que las integran siguen siendo las mismas.
No se trata de perder el tiempo discutiendo si debe establecerse en nuestro país la cadena perpetua o la pena de muerte para ciertos delitos (como el secuestro), si: a) los delincuentes evaden la acción de la justicia o sólo cumplen una parte de la pena que les es impuesta por los jueces; b) los condenados, desde los penales, siguen operando sus bandas; y c) la mayoría de las víctimas no denuncia los delitos por la lentitud, ineficiencia, incapacidad, desconfianza y corrupción que prevalecen en los cuerpos policiacos.
Resulta patético enterarse que el Procurador General de la República afirma que el Congreso debe discutir la pena de muerte. Seguramente el señor Rafael Macedo de la Concha no se ha enterado que el Constituyente de 1917 incluyó en el artículo 22 de nuestra Carta Magna la pena de muerte, precisamente para los plagiarios. Si el Constituyente Permanente la discute (no el Congreso de la Unión), lo haría para abolirla. Ahora, si de lo que se tratara fuera de aplicarla, eso es competencia de los Congresos de cada Estado, los que deberían reglamentar su aplicación. Entonces, en este tema no se trate de colocar la carreta delante de los bueyes.
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El de las implicaciones políticas hacia la sucesión presidencial. Este es el referente más utilizado para desviar la atención sobre el grave problema de la inseguridad. En este caso, la estulticia del Jefe de Gobierno del DF ha sido contumaz. Ahora resulta que la movilización fue producto del manipuleo de "las derechas", del oportunismo del Gobierno federal y del amarillismo de ciertos medios de comunicación. El señor...
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