Javier Alarcón / Su justo nivel

AutorJavier Alarcón

Maxi Biancucchi ha hecho, según sus propias palabras, un partido único en su trayectoria. Ahora que ya sabemos qué puede dar, es tiempo de pedirle que lo dé frecuentemente, incluso, por qué no, solicitarle que se acerque siempre a esa productividad desequilibrante.

Toluca es un equipo difícil de penetrar, tradicionalmente ha mantenido una regularidad defensiva que en algún momento palideció un poco ante la salida de Paulo da Silva, pero es una defensiva respetable. Por eso ha tomado dimensión la habilidad mostrada por Biancucchi.

Ha de ser un poco pesado el tener que arrastrar el nombre del primo, pero cada quién con su cada cuál. Ya demostró de lo que es capaz, ahora vendrá el trabajo siempre impecable por cierto de Meza, para reubicarlo. Vendrán las patadas y los aplausos, los desbordes incompletos y los quiebres en zonas intrascendentes y, por qué no decirlo, muchos más pases para gol.

Lo que viene para Maximiliano serán pruebas de madurez para procesar tanta atención repentina porque el proceso de adaptación ha cumplido con toda claridad su etapa terminal. El cambio de velocidad, según su propia versión, en la altitud de la Ciudad de México, hace que después de un pique ya no te recuperes. Eso ya lo superó, porque a los 25 años y después de 3 meses, cuando tienes talento, eres rápido y estás comprometido con los alcances de México, entonces haces lo que Maxi desarrolló el domingo en el Nemesio Díez.

Si...

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