Javier Alarcón / El rival a vencer

AutorJavier Alarcón

El propósito de enfrentar a Brasil no es intercambiable, se trata de mirarnos en el mejor espejo posible para redefinir nuestra colocación en la escena internacional.

Hay referencias consistentes sobre el sitio que ocupamos; no hemos dejado de crecer, pero no somos aún potencia. Brasil no ganó el Mundial, pero cualquier adversario sabe que es el rival a vencer.

Este equipo no se parece al de Copa América, aquél no contaba con el talento a destajo que ocupa los cuerpos y mentes de Kaká y Ronaldinho, y es que ese par, sólo ese par, puede cambiar cualquier derrotero.

Todavía no se olvidan los destellos del madridista Robinho, tampoco cómo los brasileños no defendían el histórico estilo que logra el consenso absoluto. Avanzaron en silencio dejando a los orgullosos argentinos el protagonismo que suele confundirse con soberbia.

Llegó la Final y todos conocemos la historia: Brasil apeló a los cambios de ritmo como le vino en gana, ejecutó lo mejor de la marca argentina y no perdonó a la hora de definir. Dunga logró subir sus bonos y credibilidad como líder, pero aún se cuestiona que aquellos brasileños vencedores no hayan jugado como ordenan los sagrados sacerdotes de los barrios marginales de Río, en donde las patadas al balón nacen en forma de caricia.

Ahora, los brasileños no tienen la exigencia de ningún título, entonces se divierten y eso sí que es peligroso para cualquiera. No tienen nada que demostrarle a nadie, será sólo un grupo de futbolistas encantados de la vida por poder dedicarse a lo...

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