Entrevista / Javier Aguirre / Resalta profesionalismo español

PAMPLONA.- Agradecido por el apoyo recibido por la directiva del Osasuna, Javier Aguirre recuerda el profesionalismo que mostraron los jugadores cuando arribó al club y comenzó a hacer cambios en el cuadro titular, además del trabajo de Manuel Vidrio y Carlos Ochoa, a quienes les brindó la oportunidad de conocer el futbol español sin los resultados que esperaba.

“Problemas no tuve cuando llegué, pero no fue fácil quitar a algunos jugadores del equipo. Al llegar tuve que prescindir de Unzúe, el jugador con más tiempo en la plantilla. Jugó todo el año pasado de titular y cuando llegué lo quité, junto con otros que eran parte del equipo antes de mí.

“Pero puedo decirte que problemas no me dieron, porque nunca se oyó ninguna palabra discordante ni dentro ni fuera del vestuario. Son muy profesionales a ese respecto y ¡hombre! Se entiende que quieren jugar, saben que juegan los que están mejor y los que el técnico considera porque para eso les pagan”.

¿Se recargó con más fuerza tu confianza en algún jugador en específico?

“Sin duda cuando llegaron Manolo (Vidrio) y Carlos (Ochoa)

me recargué mucho en ellos. Hablaba mucho con ellos, les preguntaba cómo veían los entrenamientos, cómo estaba el grupo, cómo se sentían, y después no, aquí es muy especial el asunto porque los capitanes coordinan muchas cosas.

“Tú delegas muchas cosas al capitán, y son cuatro capitanes en función a la longevidad que tienen en el equipo, entonces ellos manejan muchas cosas que en México maneja el entrenador y a ellos les delegaba muchas cosas, pero confianza igual con todos”.

¿Qué fue lo que pasó con Carlos Ochoa?

“La de Carlos Ochoa fue concretamente una apuesta mía.

Yo a Carlos lo había visto jugar cinco o seis veces en su equipo, en Veracruz, en Necaxa o en Tigres nunca fue titular indiscutible, pero me gustaba especialmente y lo traje. Yo sabía que corría un riesgo de que le faltara experiencia para jugar en Europa, como finalmente fue.

“Tiene muchas condiciones, pero sucede que a los 24 años todavía jugaba en EU entonces no tenía ninguna preparación de fuerzas básicas, él fue directamente de un equipo americano a las grandes ligas, al Necaxa, entonces eso hacía que tuviera ciertas deficiencias. Al final fui yo quien decidió que se marchara y que adquiriera experiencia, no hubo problema”.

¿Y cuál fue la situación con Manuel Vidrio?

Lo de Manolo fue distinto. El venía de ser mundialista, bicampeón con Pachuca, con un sueldo bastante considerable, vino aquí cobrando...

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