¡Jason vive!

AutorRodolfo G. Zubieta

Como muchas otras grandes obras que son ignoradas y vituperadas en su época, Viernes 13 ha logrado convertirse con el paso del tiempo en un estandarte del horror y, en específico, del subgénero "slasher".

Si bien dos años antes John Carpenter había revolucionado al cine independiente con Halloween, fue hasta la llegada de la familia Voorhees en 1980 cuando la mitología del asesino indestructible comenzó a tomar forma.

"La gran era del cine de horror en los 80 se la debemos a Carpenter y Halloween, y a Ridley Scott y su Alien (1979). Creo que esas dos películas fueron la puerta de entrada a todo lo que vendría en la década.

"Los 80 comenzaron con Viernes 13 y El Resplandor, dos obras tan distintas en su forma y estructura, pero a la vez tan presentes en cada una de las obras de la década", reflexiona Don Mancini, creador de Chucky.

Con un presupuesto de apenas 550 mil dólares, el director Sean S. Cunningham se inspiró en la obra de Carpenter y le añadió su propio giro al naciente subgénero del "slasher" (sonido de un cuchillo al cortar la piel).

La premisa es por todos conocida: un grupo de consejeros adolescentes son asesinados uno por uno por un asesino anónimo, mientras intentan reabrir un campamento de verano abandonado.

La respuesta de la gente ante el filme se dividió totalmente. Mientras algunos críticos alabaron su música, fotografía y actuaciones, otros la destrozaron y satanizaron por emplear violencia tan gráfica.

"Ese es el problema siempre con el género del horror: o lo amas o lo odias. En lugar de verlo como una representación muy estilizada de los miedos más profundos del ser humano, optamos por demeritarlo.

"Creo que este tipo de cine es más que sangre, asesinos y adolescentes muertos. Encapsula muy bien la época que representa, los miedos y tabúes que rigen a la sociedad", considera Mark Patton, protagonista de Pesadilla en La Calle del Infierno 2: La Venganza de Freddy.

Más allá de haber sido el primer filme independiente en conseguir una distribución nacional masiva en EU, auspiciada por un estudio importante (Paramount Pictures), Viernes 13 marcó un precedente en la industria.

Desmitificó la figura del hombre como máximo villano fílmico, al presentar a una mujer como la asesina principal de la función: Pamela Voorhees (Betsy Palmer), madre de Jason, es la verdadera protagonista.

"La revelación de que Pamela es el asesino es el caso más dramático de transformación de un género estereotípico en el cine. Con las tomas en...

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