Jaque Mate/ La victoria
| Autor | Sergio Sarmiento |
"Si hay victoria en vencer al enemigo, la hay mayor cuando el hombre se vence a sí mismo".
José de San Martín
En las guerras es muy importante saber qué significa la victoria. De otra manera se puede perder el tiempo buscando objetivos que, una vez que se logran, no constituyen un triunfo real.
Esto, me parece, es lo que está ocurriendo en la lucha contra el narcotráfico. Tanto nos dijeron que el objetivo de esta guerra era capturar o aniquilar a Amado Carrillo, a los hermanos Arellano Félix o a "El Chapo" Guzmán, que hoy se corre el riesgo de pensar que, por unas muertes y unas cuantas capturas, hemos conseguido la victoria.
Amado Carrillo, "El Señor de los Cielos", está muerto. También lo está Ramón Arellano Félix, mientras que su hermano Benjamín fue capturado el fin de semana pasado. "El Chapo" Guzmán estuvo también en la cárcel; es verdad que logró escapar el año pasado, pero difícilmente puede haber recuperado su liderazgo en el mercado de las drogas. Otros importantes narcotraficantes -aquéllos que nos dijeron eran las cabezas de los principales cárteles del país- se encuentran también en la cárcel: Rafael Caro Quintero, "El Güero" Palma, Miguel Angel Félix Gallardo y muchos más.
Si la derrota del narcotráfico pudiera lograrse colocando a los líderes de los cárteles tras las rejas, habría razón para pensar que nos estamos acercando a la victoria. La realidad, sin embargo, es otra. No hay ninguna indicación que sugiera que se están reduciendo los flujos de droga: ya sea a los Estados Unidos o a los centros de distribución en nuestro propio país. Por el contrario, los precios de la droga en la Unión Americana están cayendo, lo cual sugiere que está aumentando la oferta, en tanto que en nuestro país parece haber cada vez más droga en las escuelas y en otros centros de consumo.
Yo no sé si los Carrillo, los Arellano Félix, los "Chapos", los Caros Quinteros, los "Güeros" Palmas y otros más eran en verdad tan importantes en el tráfico de drogas como se nos ha dicho. Lo que sí está claro es que su arresto o fallecimiento no ha detenido el movimiento de estupefacientes. O estos capos no eran tan importantes como se nos dijo o, lo más probable, es que en el mundo de la droga sea muy fácil sustituir a un capo por otro. La información que tenemos del oscuro mundo de la droga sugiere, en efecto, que por cada narcotraficante arrestado surgen de inmediato otros dos o tres que buscan tomar el control del territorio del detenido.
Si las cosas son...
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