Jaque Mate/ Segundo piso

AutorSergio Sarmiento

"No pueden ustedes curar el cáncer con una mayoría de votos. Precisan un remedio".

Winston Churchill

El plebiscito al que el Gobierno del Distrito Federal ha convocado para el próximo domingo, 22 de septiembre, es una verdadera burla a los ciudadanos. El problema no es únicamente que el Gobierno le está endosando a la población una decisión compleja que requiere de altos conocimientos técnicos, sino que lo hace sin comunicarle los costos ni los pros o contras del proyecto.

La propuesta de resolver los congestionamientos vehiculares de la Ciudad de México con 34 kilómetros de vialidades elevadas parece producto de una imaginación alucinada. El Gobierno de la Ciudad de México no ha considerado que una serie de obras menores, como pasos a desnivel en lugares estratégicos, ofrecerían una mejor solución a una fracción del costo. Pero tampoco ha tomado en cuenta que más del 80 por ciento de los habitantes de la ciudad utilizan el transporte público y no los vehículos privados que serían el medio de transporte privilegiado por los segundos pisos.

En la propia convocatoria al plebiscito el Gobierno reconoce la complejidad del tema. Advierte que ciudades que en el pasado recurrieron a vialidades de segundo piso, como Chicago y Los Angeles, han empezado a derribarlas. En Londres la discusión entre expertos se ha tomado más de una década. Y, sin embargo, le pide a los ciudadanos que tomen la decisión sobre la base de una pregunta muy simple: "¿Usted quiere que sí se construyan o que no se construyan segundos pisos a Viaducto y Periférico?".

No hay en la pregunta ninguna información adicional. No se plantea en qué lugares se harán las construcciones o cómo se bloqueará la luz. No se señala cómo se evitará que las vialidades elevadas sufran daños en caso de sismo. No se dice, ni siquiera, cuánto costará el proyecto y cómo se pagará.

El año pasado ya el Gobierno capitalino trató de comenzar la primera etapa del proyecto, pero cuando llegaron las licitaciones determinó que los precios cotizados eran demasiado altos. Ahora revive el proyecto, pero sin que nos explique por qué lo que el año pasado pareció demasiado oneroso hoy se hace razonable.

En la convocatoria al plebiscito se señala que la Secretaría de Medio Ambiente del Gobierno del Distrito Federal estima que la obra total "supone una inversión de al menos 8 mil millones de pesos". Pero, ¿cuánto es "al menos"? ¿Dos, tres mil millones de pesos? La verdad es que nadie nos lo ha dicho. Estamos votando...

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