Jaque Mate/ No fue suicidio

AutorSergio Sarmiento

"Quien miente toma sobre sí la gran carga de inventar veinte mentiras para mantener la primera".

Edward Young

Digna Ochoa no se suicidó: fue asesinada por alguien que actuó con premeditación, alevosía y ventaja. Esta es cuando menos la conclusión a la que llegó el dictamen original sobre la "mecánica de los hechos" en la muerte de la abogada que se preparó en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal.

Ese dictamen, fechado el 2 de enero del 2002, tomó en cuenta todos los peritajes realizados hasta ese momento sobre la muerte de Digna Ochoa acaecida el 19 de octubre del 2001. Pero el equipo que realizó ese primer estudio fue reemplazado por otro, el cual ofreció meses después la conclusión del suicidio.

Los elementos que apoyaban la tesis del homicidio en ese primer dictamen eran, sin embargo, contundentes. No había elementos que siquiera sugirieran la posibilidad de un suicidio.

La tesis del suicidio plantea que Digna Ochoa se encerró, deprimida, en su despacho desde un día antes de su muerte. Pero no hay indicios de ello. Por el contrario, los elementos disponibles sugieren que la abogada llegó al lugar al mediodía del día 19, poco antes de su muerte.

Hay un testimonio de una vecina que escuchó cómo se abría y se cerraba la puerta del despacho de Digna a eso de las 12:30 horas del día. Poco después oyó unos ruidos secos que los peritos han interpretado como dos de los tres disparos. La misma testigo señaló que la puerta se abrió y se cerró una vez más. En otras palabras, el presunto homicida aparentemente entró y salió del despacho para cometer el acto. Se trataba seguramente de alguien conocido de la abogada, ya que nunca forzó la puerta.

Se ha determinado la existencia de tres disparos y no de dos como han señalado algunos medios. Uno se realizó contra un sillón. Otro atravesó el muslo de la víctima. El último, el que le causó la muerte, se alojó en su cabeza. No hay explicación razonable de por qué una suicida habría podido realizar los dos primeros disparos. En cambio sí es sensata la explicación de que éstos sirvieron como advertencia y el tercero finalmente para el homicidio.

Quienes sustentan la tesis del suicidio han afirmado que la vieja pistola semiautomática de fabricación checoslovaca calibre 22, propiedad de la propia Digna, no deja mácula al dispararse. Por eso, dicen, la prueba de radizonato de sodio dio negativo en las manos de la abogada. Sin embargo, los expertos dicen que toda arma de fuego deja huellas al...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR