JAQUE MATE / Voto de castigo

AutorSergio Sarmiento

"Cuando los dioses quieren castigarnos, responden a nuestras plegarias".

Oscar Wilde

Sí hubo voto de castigo en las elecciones del 7 de junio, pero éste se reflejó en los resultados de maneras muy diversas y, de hecho, inusuales. La abstención fue alta, de 52.969 por ciento (PREP, 96.59 por ciento de las actas), pero inferior al 55.39 por ciento de 2009 o el 58.81 por ciento de 2003 (Abstencionismo y cultura política, Cámara de Diputados). El voto nulo también fue elevado (4.88 por ciento), pero menor al de 2009 (5.4 por ciento) cuando no hubo campaña para anular el voto y virtualmente igual al de 2012 (4.96 por ciento). La mayor parte del voto nulo, por otra parte, es rural, lo cual sugiere que más que producto de la campaña de activistas políticos es consecuencia de confusión entre los electores del campo, que tienen un menor nivel de educación.

La joya de la corona del voto de protesta la tiene, por supuesto, Jaime Rodríguez, El Bronco, quien como candidato independiente ha ganado el gobierno de Nuevo León. También producto del voto de protesta es la victoria de Enrique Alfaro, ex perredista y ahora postulado por Movimiento Ciudadano, para la alcaldía de Guadalajara y la de Pablo Lemus en Zapopan. El partido de Dante Delgado no tenía antes gran respaldo en la zona metropolitana tapatía. Al voto de protesta, o al atractivo de las personalidades famosas, podemos atribuir la victoria de Cuauhtémoc Blanco a la presidencia municipal de Cuernavaca, Morelos, una ciudad virtualmente quebrada por gobiernos de partidos tradicionales.

El voto de castigo se ha reflejado en la alternancia de partidos en el poder. En Querétaro ha triunfado el panista Francisco Domínguez, a pesar del exitoso trabajo del gobernador saliente, el priista José Calzada. En Sonora gana la priista Claudia Pavlovich tras seis años de gobierno del panista Guillermo Padrés. En Michoacán triunfa Silvano Aureoles del PRD tras seis años de desgobierno del PRI. La Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) y Morena parece que trabajaron a favor del PRI y permitieron el triunfo de Héctor Astudillo en el estado.

En el Distrito Federal el PRD ha dejado de ser el partido hegemónico. De las 14 delegaciones que tenía, sólo le quedan seis. Morena conquista cinco, el PRI se lleva tres y el PAN dos. Un...

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