JAQUE MATE / Saqueos y bloqueos

AutorSergio Sarmiento

"La gente puede dormir en paz por las noches sólo porque hay tipos rudos dispuestos a recurrir a la violencia para protegerla".

George Orwell

La señora Elena, quien trabaja haciendo limpieza en un apartamento de la colonia Juárez de la Ciudad de México, sufrió una verdadera pesadilla este 4 de enero. Para empezar, su viaje cotidiano en transporte público desde Coacalco se ha visto obstaculizado por los bloqueos ya cotidianos de la autopista México-Pachuca. El 4 de enero la trabajadora, de 51 años de edad, se quedó casi una hora atrapada en el micro por el bloqueo. Tuvo que caminar varios kilómetros y, tras pasar el bloqueo, logró subirse a otro micro que estaba dejando a un pasajero. Llegó tarde al trabajo, pero llegó.

El viaje de regreso, sin embargo, fue peor. "Horrible en Indios Verdes -me escribía-. No hay transporte. Está vacío". Los comercios, efectivamente, estaban cerrados, la población aterrada. "Gracias a Dios ya pude subirme a un camión que me llevara a Texcoco y ya de ahí tomé otro... Todo cerrado y destrozaron muchos negocios, Coppel y Elektra de Guadalupe Victoria. Un caos horrible... Se suben muchos a los camiones a asaltar. Pero el chofer no abrió las puertas. Aventaron palos y piedras para golpear el camión".

"Tardé como cuatro horas y media" para regresar a casa, me dijo. Pero la pesadilla no había terminado. "Anoche [4 de enero], aquí afuera de mi lote, quemaron unos colchones y el Oxxo que está enfrente de mi casa. Estuvo muy feo. Hubo muchos balazos... Tuvimos que dormir en el piso de la sala porque me dio mucho miedo, tanto se escuchaban balazos y más balazos". La señora, si bien necesita su empleo, no fue a trabajar ni ayer ni hoy.

Los saqueos surgieron de los bloqueos que la Policía Federal y las locales han permitido. Una vez que los líderes de las protestas se dieron cuenta de que podían bloquear carreteras de manera indefinida y sin respuesta, buscaron formas de incrementar la presión. Los saqueos fueron encabezados por grupos pequeños de activistas, pero después la gente se unía. Algunos de los instigadores iban armados y dispararon. Esto ocurrió, por ejemplo, en Atizapán, Estado de México.

El número de tiendas saqueadas ha venido creciendo. La...

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