JAQUE MATE / La Revolución

AutorSergio Sarmiento

"No puedes hacer una revolución con guantes de seda".

Josef Stalin

A los mexicanos nos gusta celebrar los grilletes que nos impiden avanzar. Por eso cada 20 de noviembre festejamos el inicio de una Revolución que no sólo dejó un trágico saldo de muerte y destrucción a lo largo de los años sino que con el paso del tiempo creó los lastres que nos han impedido construir un país más próspero.

Los políticos mexicanos defienden el mito de la Revolución porque de él han vivido durante mucho tiempo. De hecho, les ha servido de excusa para saquear al país. Durante décadas han justificado sus acciones y los impuestos que nos cobran a los mexicanos por una supuesta labor social surgida de la ideología revolucionaria. Pero a un siglo de distancia del triunfo de la lucha armada, México sigue siendo un país pobre y su distribución de la riqueza es una de las peores del mundo. En buena medida la culpa es del sistema político surgido de la Revolución.

Los gobiernos mexicanos del último siglo han querido presentar la presidencia de Porfirio Díaz como un tiempo de desastre económico y explotación. Los datos históricos, sin embargo, nos revelan que se trató más bien del primer periodo de crecimiento sostenido en el país desde la Colonia. No hay duda de que don Porfirio presidió un régimen autoritario, pero autoritarios han sido también los gobiernos surgidos de la Revolución. La lucha armada no nos trajo nada mejor.

Muchos políticos e historiadores defienden la Constitución de 1917 como el anhelado fruto del sacrificio de la Revolución. Es el fin que justificó los medios de siete años de guerra y saqueos en que distintos grupos armados se disputaron el país. Pero la Constitución del 17 no sólo traicionó los principios liberales de la de 1857, sino que además se ha convertido en un lastre permanente en los intentos por construir un país más próspero.

La carta magna del 17 es con frecuencia presentada como la primera "constitución social" del mundo. La verdad es que ha destruido riqueza, ha impedido la inversión productiva y ha empobrecido a los mexicanos. La distribución de la riqueza, por otra parte, no parece ser hoy significativamente mejor que la de tiempos de don Porfirio. México se ha quedado estancado durante mucho tiempo, mientras que otros países que eran más pobres que el...

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