JAQUE MATE / Las preguntas

AutorSergio Sarmiento

"Es mejor conocer algunas preguntas que todas las respuestas".

James Thurber

La "consulta" organizada por el gobierno del Distrito Federal y el PRD para promover el rechazo a la reforma petrolera señala que actualmente el transporte y la refinación de hidrocarburos son actividades exclusivas del gobierno. Una vez dicho esto, pregunta a los ciudadanos si están de acuerdo o no en que se abran estos campos a la inversión privada.

Si los organizadores quisieran una consulta más honesta, tendrían que preguntar más bien cuáles son las modalidades de intervención privada que habría que aceptar en el transporte y la refinación de hidrocarburos, porque la verdad es que en éstas, como en todas las demás áreas de la industria petrolera, la participación de empresas privadas no es la excepción sino la regla.

En materia de transporte de hidrocarburos, por ejemplo, las empresas privadas llevan a cabo una serie muy importante de actividades. Privados son, por ejemplo, los ductos que transportan gas en el país; también los buques que llevan nuestro crudo a los mercados internacionales y a algunas de las refinerías nacionales; igualmente las "pipas" o autotanques que transportan los hidrocarburos líquidos -especialmente petrolíferos y petroquímicos- de un lado a otro del país.

La única apertura a la inversión privada que se considera en la iniciativa presidencial en el campo del transporte es la de ductos para hidrocarburos líquidos. La apertura no sería diferente a la que durante años hemos tenido en los ductos de gas, sin que nadie haya encontrado en ello una pérdida de soberanía para el país. Lo único que haría la reforma, de hecho, es aplicar a los ductos el régimen que ya se aplica a la transportación de hidrocarburos líquidos por buques y autotransportes de carretera privados.

El costo para Pemex de mantener el actual sistema sería enorme. El uso de ductos para reemplazar los vehículos de carretera implicaría un ahorro de 2 mil 500 millones de pesos al año, según la secretaria de Energía, Georgina Kessel. ¿Por qué no los construye entonces Pemex por sí mismo? Porque la prioridad para la paraestatal es invertir el dinero que tiene en la actividad más rentable y urgente: la exploración y el desarrollo de nuevos yacimientos de petróleo crudo.

En el caso de la refinación, también la inversión privada es común en nuestro país desde hace años. Más de un 40 por ciento de la gasolina que consumimos en México es producida por empresas privadas fuera del país...

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