JAQUE MATE / Pobre ejido

AutorSergio Sarmiento

"Uno de los mayores obstáculos para la prosperidad y engrandecimiento de la Nación es la falta de movimiento o libre circulación de una gran parte de la propiedad raíz".

Ley de Desamortización, 1856

Si algo nos ha enseñado la decisión sobre la ubicación de la nueva refinería de Pemex es la enorme dificultad para vender, expropiar y regularizar tierras ejidales para permitir cualquier inversión, pública o privada. Si un proceso de venta que cuenta con el decidido apoyo del gobierno federal y de los gobiernos estatales de Hidalgo y Guanajuato, así como la anuencia de los ejidatarios, puede tardar tanto, podemos imaginar lo que ocurre con otras propuestas de inversión.

Cualquier persona o empresa que haya tratado de hacer una inversión productiva en tierras ejidales puede contar historias de horror. La compra de terrenos es una pesadilla que el comisionado ejidal o un grupo pequeño de ejidatarios puede parar en cualquier momento. Aun cuando la mayoría de los ejidatarios esté de acuerdo en la venta, los disidentes pueden sacar machetes y parar el proceso.

Incluso cuando la venta o la expropiación son supuestamente finales, los tribunales pueden revertir la operación muchos años después. El 5 de noviembre de 2008 un tribunal colegiado otorgó amparo definitivo a dos grupos de ejidatarios, representados por Diego Fernández de Cevallos y Antonio Lozano, por una expropiación en Altamira, Tamaulipas, realizada por José López Portillo en 1981. El problema es que en Altamira ya se han construido las instalaciones de un puerto industrial de enorme valor. La incertidumbre ha provocado que algunos comisarios ejidales y grupos de ejidatarios lleven a cabo actos de extorsión con absoluta impunidad. "Quizá usted ya compró el terreno y lo pagó, pero si quiere construir tiene que volverme a pagar".

Buena parte de la pobreza del campo mexicano es producto de esa incertidumbre jurídica. La inversión en zonas rurales es en México una apuesta de mucho mayor riesgo que en las ciudades. Ante la falta de inversión, en México la pobreza se concentra en las zonas rurales, mientras que en otros países la población del campo tiene niveles de vida iguales o incluso superiores a los de las ciudades.

Nadie puede considerarse sorprendido. Los liberales del siglo XIX advirtieron las...

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