Jaque Mate / Peatones
| Autor | Sergio Sarmiento |
"Hay dos tipos de peatones: los rápidos y los muertos".
Thomas R. Dewar
PARÍS, FRANCIA.- No hay duda de que los funcionarios del Distrito Federal tuvieron una excelente idea al utilizar las bicicletas para acudir al trabajo este pasado lunes 2 de abril. A pesar de las facilidades que tuvieron, como el hecho de que el Metro cambió las reglas para ellos con el fin de permitirles llevar bicicletas en ese transporte, lo cual está usualmente prohibido, mucho aprendieron acerca de las vicisitudes que sufren los ciclistas en la Ciudad de México. Su experiencia sin duda ayudará a cambiar las reglas que actualmente se aplican a la circulación de bicicletas en el Distrito Federal y en el resto de la República.
Bueno sería también que esos mismos funcionarios, y los de otras ciudades del país, se obligaran a sí mismos a ser peatones por lo menos un día al mes. Así se darían cuenta de la pesadilla que es caminar en las calles de la Ciudad de México y del resto de nuestro país.
La diferencia que más se nota al caminar en calles mexicanas y en las de otros países del mundo es la falta de respeto que se les tiene en México a los peatones. En otras ciudades del mundo se le da al peatón la prioridad en el cruce de calles y cruceros especialmente designados. Se establecen momentos en los que el peatón puede cruzar una calle sin preocuparse de que un auto vaya a dar la vuelta a toda velocidad y dejarlo aplastado en el pavimento. En México, por el contrario, la regla no escrita es que el vehículo de motor tiene la prioridad en cualquier lugar y en todo momento. Y de esta manera el cruce de calles para un peatón se convierte en una pesadilla y a veces en un obstáculo invencible.
La regla fundamental en la circulación de peatones o vehículos en todo el mundo es que por turnos los peatones o vehículos que circulan en una vía tendrán una prioridad de paso señalada a veces por un semáforo en verde. En México los automovilistas aprovechan esa prioridad y pasan sin pensar por una calle cuando tienen la luz verde.
Pero al dar vuelta la prioridad es de quienes avanzan ya por su camino. Por eso, en todas las ciudades del mundo, los autos detienen su curso al dar vuelta para permitir que hasta el último peatón haya podido cruzar la calle antes de ellos continuar en su camino. En México, en cambio, los automovilistas están convencidos de que ellos tienen siempre la prioridad y cruzan primero, aprovechando la amenaza mortal que les dan el volumen y el peso de sus...
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