Jaque Mate / Mitad de camino

AutorSergio Sarmiento

"La palabra es mitad de quien la habla y mitad de quien la escucha".

Michel de Montaigne

Por supuesto que México no va de maravilla. Pero tampoco es cierto que estemos atravesando por el peor momento de la historia nacional. En un punto intermedio entre estas dos versiones exageradas se encuentra la verdad en este tercer aniversario del gobierno del presidente Vicente Fox.

Quizá lo más positivo es que la terminación del régimen de partido único hace tres años cambió las reglas del juego político en el país. Hoy ningún gobernante puede estar seguro de que su sucesor procederá de su partido y le cuidará las espaldas. Ese solo hecho es un avance notable para México.

En el campo legislativo, empero, los resultados de estos tres años han sido magros. El mayor triunfo, la nueva Ley de Acceso a la Información aprobada por unanimidad en el Congreso, no fue prioridad para el presidente Fox, quien sólo la hizo suya tardíamente cuando entendió su importancia y popularidad. Todo lo demás ha sido un desastre. Languidecen en el Congreso la reforma fiscal, la eléctrica y la laboral. Y el país cada vez pierde más terreno en competitividad internacional.

El Presidente tiene algo de culpa: ha fallado, en particular, en su capacidad de negociación con los legisladores. Sin embargo, la mayor parte de la responsabilidad la deben asumir los legisladores del PRI y del PRD, quienes se han negado a adoptar las reformas que el país necesita.

La economía, después de crecer 7 por ciento en el último año de gobierno de Ernesto Zedillo, lleva ya tres años estancada. El gobierno ha responsabilizado a la recesión estadounidense de esta situación, pero el problema es más bien interno. La falta de decisión para continuar con el proyecto del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México en el momento en que un grupo político blandió machetes de amenaza y la falta de reformas estructurales, especialmente en electricidad y gas natural, han impedido que se lleven a cabo en México las inversiones que permitirían un mayor crecimiento y una mayor generación de empleos. Muchas inversiones se han ido a China, en buena medida por la mayor apertura económica y las menores tasas fiscales que ofrece ese país.

El número de empleos en la economía formal mexicana se ha deteriorado en consecuencia a todo lo largo del sexenio. Esta caída ha sido compensada por la actividad informal, pero el desempleo entre las personas con estudios medios y superiores está llegando a niveles críticos. En...

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