JAQUE MATE / Nuestra izquierda

AutorSergio Sarmiento

"Cuando un hombre estúpido hace algo que lo avergüenza, siempre arguye que es su deber".

George Bernard Shaw

En el mundo hay una izquierda progresista y otra conservadora. La nuestra, por desgracia, es tan profundamente conservadora que muchas veces deja de ser izquierda.

El término izquierda surgió durante la Revolución Francesa para designar a aquellos grupos políticos, como los jacobinos, que buscaban acelerar los cambios políticos, económicos y sociales frente a quienes preferían mantener cuando menos algunos elementos del viejo régimen monárquico. Con el paso del tiempo la voz se empleó para distinguir a aquellos que buscaban mejorar la situación económica de los más pobres y lograr una mejor distribución de la riqueza.

Sin embargo, nuestra izquierda, o por lo menos la representada por Andrés Manuel López Obrador -el caudillo que ha tomado el control de los partidos que se consideran a sí mismos de izquierda-, parece ir en contra de todas estas aspiraciones.

La actual izquierda mexicana es conservadora porque pretende preservar un sistema económico que ha creado una enorme pobreza y desigualdad social en el país. Retoma los principios fundamentales de las doctrinas conservadoras de antaño, como la preservación de los usos y costumbres, el rechazo a las libertades económicas, la intervención del gobierno en la economía y la preservación de los monopolios económicos del Estado. Incluso su lealtad ciega a un caudillo, a quien se considera infalible, es un reflejo de su conservadurismo.

Una izquierda verdadera busca exactamente lo contrario. Es, por definición, progresista, abierta e innovadora. Rechaza los usos y costumbres, especialmente aquellos que violan los derechos humanos, políticos y económicos de las mujeres, las minorías religiosas y otros grupos tradicionalmente oprimidos. Promueve las libertades económicas porque entiende que éstas son indispensables para generar un mayor ritmo de crecimiento y, por lo tanto, para una mayor prosperidad. Rechaza la intervención gubernamental en la economía por lo que ésta tiene de autoritario y los monopolios económicos porque son concentradores de la riqueza. Da rienda suelta a la creatividad económica de los individuos y utiliza el Estado no para destruir la riqueza, la cual sólo puede ser creada por el individuo, sino para distribuirla mejor.

En el debate que estamos viendo en la actualidad en México en torno a la industria petrolera queda de manifiesto el conservadurismo de los grupos...

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