JAQUE MATE / EPN y el gasolinazo

AutorSergio Sarmiento

"La vida no nos pregunta lo que queremos. Simplemente nos presenta opciones".

Thomas Sowell

Enrique Peña Nieto salió finalmente a dar la cara. En una ceremonia en Los Pinos, en la que anunció nuevos titulares de Relaciones Exteriores y de Cultura, presentó ayer su posición sobre el aumento en los precios de la gasolina.

El Presidente advirtió que el incremento no es producto ni de la reforma energética ni de la fiscal, sino de la elevación de los precios internacionales del petróleo. "Comprendo la molestia y el enojo", dijo, pero la medida busca "preservar la estabilidad de la economía". Añadió que "el gobierno no permitirá abusos... alzas en precios que no sean justificados" y que ofrecerá "apoyo a los sectores más vulnerables".

Estas palabras no tranquilizarán a la población ni apaciguarán a los grupos que están bloqueando carreteras o terminales de distribución de gasolina, saqueando tiendas o destruyendo gasolineras. Éstos sólo habrían aceptado una cancelación inmediata del aumento. El Presidente no lo podía hacer, no sólo porque habría significado una gran derrota política, sino porque en un punto crucial tiene razón: el alza es fundamentalmente consecuencia del aumento del petróleo y la depreciación del peso.

Dejar sin efecto el aumento obligaría nuevamente a subsidiar la gasolina. Con los precios en los niveles del 31 de diciembre y las actuales cotizaciones del crudo, el gobierno habría tenido que cubrir un subsidio de 200 mil millones de pesos en 2017.

El precio de las gasolinas incide sobre toda la economía. Es iluso pretender que el alza no afectará la inflación general, pero los subsidios a la gasolina son una pésima política pública. Favorecen de manera descomunal a los más ricos y promueven el uso de vehículos de motor. Una de las razones por las cuales México tiene un consumo de gasolina superior al que supondría su nivel de desarrollo ha sido el subsidio a la gasolina. Entre 2007 y 2012, cuando los precios del crudo alcanzaron 100 dólares por barril, el gobierno usó 925 mil millones de pesos para subsidiar la gasolina. Es un gasto obsceno en un país pobre como el nuestro.

En 2016 el precio de la mezcla mexicana de exportación subió 46.38 por ciento, el...

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