JAQUE MATE / Azul era el paraíso

AutorSergio Sarmiento

"Yo siento como un alivio. Haga de cuenta que como cuando uno tiene un absceso y sale la pus".

Ernesto Ruffo

-Margarita Ester, no puedo seguir mintiendo. Tengo una relación con María Alejandra.

-Pero ¿cómo puedes decirme eso, Ricardo? ¿No hemos estado juntos en las buenas y las malas? ¿No me habías prometido que juntos seríamos dueños de esa hermosa casa llena de pinos? ¿No me habías dicho que no podías aceptar a esa mujer que defiende el aborto y el matrimonio entre homosexuales?

-No la quiero a ella, Margarita Ester, es cierto. Mucha razón tienes al decir que no tenemos nada en común. Pero me ofrece un futuro. Es rica y poderosa. Tiene un piso en Miami y dice que me ayudará a conseguir la casa de los pinos. A cambio, sólo tengo que aparecer con ella en las revistas de sociales y dejarle la casa del centro, la que está enfrente del Zócalo, que tú sabes no tengo posibilidades de conservar, pero ella sí.

-Lo que tú dices es una traición, Ricardo. ¿No te das cuenta que te engaña? Una vez que tenga lo que quiere de ti, hará lo que se le antoje. ¿No recuerdas que estuvo entre quienes le gritaron espurio a Felipe de Jesús?

-No me recuerdes eso, Margarita Ester. ¿Acaso crees que es fácil moverme en sociedad cuando todo el mundo dice a mis espaldas que eres la esposa de Calderón?

-Calla, descarado. Has estado escuchando otra vez al esposo de Beatriz. Pero cuando Felipe de Jesús te ayudó, cuando te distinguió entre los demás jóvenes, tú no dijiste nada en su contra, ¿verdad? ¿No sabes que los mismos que dicen que te van a ayudar te llaman canalla a tus espaldas? Se burlan de ti por tu ambición de poder... y por tu corte de pelo de cerillo de supermercado.

-Por eso quiero que te quedes conmigo, Margarita Ester. La gente te respeta. Tú nos ayudarás a ser más fuertes y a conseguir lo que queremos. Sé que Felipe de Jesús te quiere y su apoyo me ayudará a llegar a la casa de los pinos. Es una oportunidad que sólo viene una vez en la vida. Felipe de Jesús no puede ser mezquino, él ya estuvo ahí.

-¿Para qué me quieres contigo, si estarás con María Alejandra?

-A ella no la amo, tú lo sabes. Es sólo una aliada. No queremos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR