JAQUE MATE / Aquel Mixcoac

AutorSergio Sarmiento

"Un charco es mi memoria. Lodoso espejo: ¿dónde estuve?".

Octavio Paz

"Yo no nací en Mixcoac pero allá viví durante toda mi niñez y buena parte de mi juventud". Octavio Paz nació en la colonia Juárez, en el número 14 de la minúscula calle de Venecia, "muy cerca del edificio que ocupaba el periódico La Patria fundado y dirigido entonces por su abuelo, Irineo Paz, y donde también trabajaba su padre, Octavio Paz Solórzano" (Francisco Ortiz Pinchetti, sinembargo.mx).

En el número 14 de Venecia hay una minúscula vivienda de ladrillo sin identificación alguna. Supongo es el lugar físico en que nació el Premio Nobel mexicano. En 1914 los partos tenían lugar en la casa familiar. La española Josefina Lozano, "niña de mil años", seguramente fue asistida por una partera.

"Apenas tenía unos meses de edad -dice Paz en un texto recogido por Guillermo Sheridan y Gustavo Jiménez Aguirre y publicado en Reforma el 6 de abril de 1994- cuando los azares de la Revolución nos obligaron a dejar la Ciudad de México; mi padre se unió en el sur al movimiento de Zapata mientras mi madre se refugió, conmigo, en Mixcoac, en la vieja casa de mi abuelo paterno, Ireneo Paz, el patriarca de la familia". La casa del barrio de San Juan, en el número 8 de la plaza de Valentín Gómez Farías, se encuentra todavía ahí, convertida en el Convento de Santa Catalina de Siena.

Mixcoac no era todavía el "suburbio más bien feo" en que se convertiría según el propio Paz. Lo cruzaba un "hilo de agua negruzca y fétida" rimbombantemente llamado río Mixcoac. Octavio estudió en El Zacatito de los lasallistas, donde aprendió francés. Para escapar al suplicio de las misas interminables "me di a urdir fantasías y quimeras licenciosas. Así descubrí el pecado y temblé ante la idea de la muerte". Asistió también al Colegio Williams, que todavía existe en la vieja quinta de descanso de los Limantour, donde aprendió inglés. En la cercana primaria oficial para varones jugaba basquetbol (¡sí, Octavio Paz jugaba basquetbol!).

"Adelante del Colegio Williams y siguiendo siempre la vía del tren, se llegaba a una extraña construcción morisca: ¡la Alhambra en Mixcoac! Parecía transportada por uno de los genios de los cuentos árabes. Aquella fantasía sarracena tenía un jardín frondoso y accidentado por el que corría, entre túneles, montañas, lagos y...

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