JAQUE MATE / Azúcar amargo

AutorSergio Sarmiento

"La correlación entre pobreza y obesidad puede rastrearse a las políticas agrícolas y los subsidios".

Michael Pollan

CUERNAVACA, Morelos.- El gobierno y los legisladores establecieron en este 2014 un impuesto a los gorditos, un gravamen especial que se aplica a través de los refrescos y los alimentos con contenido calórico de más de 275 kilocalorías por cada 100 gramos. ¿Cuál es la justificación? Atacar el sobrepeso y la obesidad, especialmente en los niños. La iniciativa, sin embargo, no define metas de reducción de sobrepeso u obesidad. Los políticos sabían desde un principio que el impuesto no serviría para eso.

Cuando el gobierno se dio cuenta de que la tortilla y el pan quedarían gravados con el nuevo impuesto, decidió exentar los productos de mayor consumo. La medida resulta paradójica. Si lo que se busca es obligar a la gente a dejar de consumir productos de alto contenido calórico, exentar los de mayor consumo es la medida más contraproducente que pueda uno imaginar.

Este 2 de octubre, por otra parte, el gobierno anunció subsidios por 1,300 millones de pesos a la industria de la caña de azúcar, precisamente la que produce el endulzante cuyo consumo está tratando de reducir. Al gobierno le gusta conducir la economía con un pie en el freno y el otro en el acelerador.

La iniciativa de Ley de Ingresos no ofrecía metas para reducir el sobrepeso y la obesidad porque estas condiciones son, como cualquier especialista sabe, multifactoriales. Pretender reducir el sobrepeso sin tocar la falta de actividad física es absolutamente vano, como lo es tratar de lograrlo exentando del impuesto especial a la tortilla de trigo, la pasta de harina de trigo para sopas, el bolillo, la telera, la baguette, la chapata, el pan de caja, la harina de trigo, la tortilla de maíz, la harina de maíz, el nixtamal, la masa de maíz y muchos otros alimentos que representan la mayor parte del consumo de alimentos con contenido calórico.

El propósito del impuesto a los gorditos no parece ser el de reducir el sobrepeso sino el de quitar más dinero a los contribuyentes. En esto sí se ha tenido éxito. El Impuesto Especial sobre Productos y Servicios no petroleros tuvo un aumento real de 46.2 por ciento en los ocho primeros meses de este 2014 para alcanzar 81,601.8 millones de pesos (SHCP). Es el rubro de ingreso que más está...

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