Jaque Mate / Acoso sexual

AutorSergio Sarmiento

"No, a mí nadie me acusa de acoso sexual; a lo mucho, de ocaso sexual".

Un amigo

La tendencia de los tribunales estadounidenses a diluir la responsabilidad personal y a hostigar a las empresas continúa. Esta semana la Corte Superior del Estado de California decidió que una persona puede demandar a su empresa por acoso sexual aun cuando no haya sido objeto personalmente de ninguna acción indebida. El hecho de que un jefe haya tenido una relación sexual con otra persona de la compañía puede provocar esa demanda si esta persona obtiene un ascenso. Con anterioridad las demandas sólo las podía presentar una persona que participara en un acto sexual o que fuera objeto de propuestas sexuales no deseadas.

El presidente del tribunal, Ronald M. George, sentenció en el fallo que un "favoritismo generalizado basado en relaciones sexuales consensuales puede imbuir el lugar de trabajo de un ambiente que degrade a la mujer porque se comunica el mensaje de que los gerentes consideran a las mujeres como juguetes sexuales".

El fallo del tribunal californiano refleja la aceptación de la filosofía de lo "políticamente correcto" que se ha extendido por Estados Unidos. Pero detrás se encuentra también ese conservadurismo que ha permeado desde siempre la vida en la Unión Americana. Según esta visión, el sexo extramatrimonial es simplemente pecaminoso, por lo que la sociedad y las empresas deben hacer todo lo posible para impedirlo.

La lucha contra el acoso sexual fue inicialmente una causa progresista. Desde que las mujeres ingresaron a la fuerza laboral fueron objeto de discriminación y de acoso sexual. Era indispensable definir reglas y prácticas que impidieran el abuso al que las sometían los hombres que detentaban el poder en oficinas y fábricas.

Con el paso del tiempo, sin embargo, esta causa se ha vuelto profundamente conservadora. Hay una actitud moralista en buena parte de las decisiones legales que se están tomando en el campo del acoso sexual. Ya no se busca castigar solamente a quien lleva a cabo un abuso. Se castiga a la empresa, aun cuando no condone estos actos. Y puede demandar no sólo la persona que haya sido víctima de un abuso sino incluso alguna otra en caso de que un gerente haya tenido relaciones sexuales con otra persona en la empresa.

La gran inquietud que genera la decisión de la Corte Suprema de California es que va a producir una verdadera cacería de personas que puedan estar teniendo relaciones sentimentales o simplemente sexuales...

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